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Infiltrar, cooptar y absorber el Partido Liberal

A lo largo de los últimos treinta años, hemos sido testigos de cómo la izquierda de Honduras con apoyo externo, en todas sus manifestaciones, ha intentado primero infiltrar, luego cooptar y finalmente absorber el Partido Liberal de Honduras.

La infiltración consistió en que militantes de izquierda, incluso marxistas, navegaran con bandera liberal, es decir, se presentaran al pueblo como liberales. La cooptación consistió en que la izquierda lograra postular como liberal a un candidato de izquierda (Manuel Zelaya) y, una vez en el poder, abrazara el socialismo del siglo XXI.

Todos recordamos que el liberalismo y las fuerzas democráticas detuvieron la marcha socialista de Zelaya en el 2009. Y que este, al ser amnistiado por el Gobierno, no volvió al partido que lo hizo presidente, sino que creó un partido paralelo al liberalismo (Libre) sin cumplir requisitos de la Ley Electoral.

En el 2013, los liberales se confundieron y votaron a favor de la candidata de Libre, creyendo que era liberal, por los colores y el parecido del nombre del nuevo partido y al hecho de que Manuel Zelaya había sido electo presidente por el partido histórico.

Para las elecciones del 2017, Libre prescindió de su candidata presidencial electa en las internas y postuló en su lugar al frente de una alianza con el Pinu a Salvador Nasralla como el candidato presidencial, designando a la señora Xiomara de Zelaya como designada presidencial.

El 26 de noviembre, en función de resultados preliminares no representativos de la elección en su conjunto, creyéndose vencedor con la Alianza Libre-Pinu, Nasralla se proclama ganador y presidente electo.

La absorción del Partido Liberal se ha producido en dos fases: primero al suscribir la Alianza Opositora un acuerdo con el candidato presidencial del Partido Liberal para cuestionar la transparencia del proceso electoral y denunciar un supuesto fraude por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE). El 27 de noviembre, el excandidato presidencial liberal, con resultados parciales, reconoce a Nasralla como el ganador de las elecciones y horas más tarde, en conferencia de prensa, conviene en un pacto político de gobernabilidad con el candidato de la Alianza.

Este hecho contrasta con la posición oficial que había definido el ex candidato presidencial liberal, en el sentido de no aceptar otro resultado que no fuera el de las actas físicas, aunque él mismo fuera el ganador.

Ese reconocimiento del excandidato del Partido Liberal, sin tener las actas físicas, sin que el TSE haya recibido todas las actas del interior, con solo resultados parciales del Tribunal, y el posterior acuerdo de un pacto de gobernabilidad evidencia, como mínimo, un cierto grado de ingenuidad.

Por su parte, Manuel Zelaya, con esos acuerdos, logra su propósito de virtualmente hacer desaparecer el Partido Liberal.

Él cooptó primero al Pinu, aunque afirmara que no es un partido de verdad. Luego coopta al Partido Liberal mediante un acuerdo de coalición con el candidato liberal y finalmente lo absorbe mediante el reconocimiento y el acuerdo de gobernabilidad.

Ahora, el pueblo hondureño se pregunta ¿qué van a hacer los líderes democráticos del Partido Liberal? ¿Qué harán las bases del liberalismo?

El liberalismo ha representado uno de los pilares de la democracia hondureña. Debe continuar siéndolo. El Partido Liberal de Honduras no debe morir por absorción de un partido de izquierda, en manos de Manuel Zelaya.

Mientras tanto, los observadores internacionales han expresado que ellos esperarán que lleguen todas las actas al TSE y que este órgano publique los resultados oficiales.

Es lo que debemos hacer todos, evitando especulaciones, tensiones innecesarias y fortalecer la democracia.