Columnistas

Elecciones en la curva final

Este proceso electoral ha sido complicado por sus participantes populistas y acusadores buscando ventajas partidarias y olvidando a Honduras. Oposición sin propuestas ni respuestas.

Son elecciones estilo Honduras, hacen difícil lo fácil, traman trampas para entramparse y victimizarse pretendiendo una victoria sin sobresalir por méritos en ese revoltijo politiquero que embrutece.

No hay tregua, vivimos en campaña política permanente. En dos tomas de posesión, liberales, desplegaron pancartas del próximo pretencioso lo que demuestra lo que realmente son nuestros politicastros y lo que podemos esperar de ellos si ocupan espacios para obtener posiciones y canonjías corruptas. Como modus vivendi.

Esta campaña se acortó en tiempo para hacer y decirse de todo dando un respiro para no soportar la tortura de escuchar estupideces que denotan necedad, vaciedad e inepcia sin nada de intelecto como potencia cognoscitiva racional del ser humano.

Cuando los candidatos “exponen” sus ineficiencias dan pena e indigna porque habiendo gente preparada y consciente de nuestra situación no participa en política o como esos aluzados no aceptan o no piden asesoría para parecer menos ignorantes y torpes.

Estos hombres y mujeres, sin diferencias de género en ineducación, que se lanzan sin conocimientos son los más sectarios al incitar al pueblo a la protesta callejera y hasta a la desobediencia civil con una pasmosa facilidad que preocupa. Ningún respeto.

Esta campaña corta pero azarosa ha tenido un montón de demostraciones de soberbia y farsas. Todos pueden, todos saben y unos más que otros son personajes que jamás ocuparon un cargo oficial o si lo tuvieron no destacaron por ineptos y corruptos, porque también es corrupción aceptar un puesto para el que no se está preparado. Todos son iguales. “Donde me ponga el presidente”. Entre lanas hay abyecta solidaridad.

Reconocido charlatán asegura que JOH se declarara ganador antes del conteo oficial, que encapuchará a sus seguidores para que se roben las urnas y una sarta de estulticias que lo identifican e induce al desorden popular. Un “analista” advierte que “si se impone Juan, aquí habrá una protesta peligrosa de toda la oposición”. El saltimbanqui narcisista títere es temerario bravucón falaz. Irresponsable.

El exmilitar que disfrutó enmudecido la época más corrompida que hemos sufrido ahora ataca a los corruptos que ayer sirvió sin dar nombres. ¿Qué credibilidad tienen?

Otro sabe y puede todo para “recuperar” esta patria abusada por los nacionalistas. Grita “Juan Orlando, te vas porque te vas… otros irán al Pozo”.

¡Qué profunda alocución! Soberbia agresiva irrespetuosa. Olvidó los desastres de su correligionario traidor que aún duelen, mientras disimulado, esperaba el mensaje redentor. Debe atender la recomendación del cardenal Rodríguez.

Los candidatos de partidos pequeños hacen campaña sin alharaca ni ofensas. Aquellos que están a favor y en contra de la reelección no cesan de alabar y rechazar, pero igual participan con desaforada ansiedad. ¿Si hay ilegalidad en el proceso por qué lo avalan? ¿Por qué compiten si de inicio son perdedores?

Habrá un ganador, los que pierdan que no busquen culpables, si hacen oposición real, creíble y constructiva para competir deben aceptar los resultados con verdadero civismo, para tener una recta final sin lamentar peligrosas curvas.