Voseo: Uso hispanoamericano de vos por tú. Rasgo arcaizante del español que sustituye el nominativo pronominal de segunda persona, tú, por la forma vos en expresión conversacional.
En nuestro medio, inmemorial, no se tutea o vosea a nadie de primas a primeras. Menos lo hacen los ineducados. Urbanidad, comportamiento que demuestra respeto, educación, amabilidad y gentileza. Cortesanía, observancia de maneras correctas del trato social, disposición o actitud afectuosa que adoptamos ante los demás. Por esto halaga ser tratados así.
Los médicos somos muy dados a vosear al paciente sobre todo en los centros públicos. Cuando reclamé a un estudiante respondió que era para dar confianza. Nada más equivocado.
Si yo, médico, voseo a la paciente pongo una barrera inhibiéndola de entrada sin establecer empatía tan necesaria en nuestro quehacer. Si ella me responde con otro “vos, fijate, mirá” rápido cambiamos de actitud y desenvainamos nuestra verdadera aptitud prepotente de profesionales sobrados e intocables.
Los empleados públicos de cualquier nivel -los cargos no proveen neuronas y menos educación- vosean con evidente mala educación a todos los periodistas que los entrevistan. Los politiqueros son irreverentes a cual peor.
Si el voseado les tratara igual no lo permitirían jamás. El saltimbanqui voseando exige respeto a su “protocolo”.
Juan Diego, Ricardo y otros cachos son como los colorados igualmente irrespetuosos. Nadie los tutea a ellos. Son sublimados que no ofrecen confianza al abusar del transitorio poder. Totalmente indebido.
Luis Orlando, candidato liberal que igual vosea a cualquiera, reta a Juan Orlando, candidato nacionalista y presidente de la República, a un debate.
Circula un video evidenciando su aprendida lección de agresividad al vosear advirtiendo al gobernante que no le preguntará sobre el IHSS, el Trans y cómo ha pisoteado la Constitución, porque eso debe responderlo en “las instancias judiciales en mi gobierno”.
Sobradito el docto, ya es “presidente” como Nasrala. Tal para cual. “Yo con pollitos no voy a tratar, voy a debatir con la gallina o el pollo; rehuir al debate es cobardía”, brillante contribución del exrrector a la pencada politiquera. Y aún falta.
No hay nada más despreciable que el desdén basado en la amenaza y la intimidación cuando es más valioso respetarse y tener respeto para lograr la admiración de otros, que solo ven y escuchan el circo electorero.
“Un erudito que no sea serio no inspirará respeto, y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad”, Confucio. “El respeto es fundamento de cualquier otro derecho”, Juan Pablo II.
“La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir”, Henry F. Amiel. Pero estamos en Honduras y estos son los prohombres que gobiernan y quieren gobernarnos, los que en cualquier palenque demuestran lo que son y dan la primicia de lo que serán. Tienen tropismo por el micrófono y las cámaras.
“La televisión es el espejo donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural”, Federico Fellini.
LOZ debe guardar el tuteo para sus intimidades. Respetarse para ser respetado. No es ni ha sido amigo del pueblo ni lo será con su irrespetuoso voseo.
