Columnistas

Violencia a todo nivel

De manera burlona Quevedo escribió “poderoso caballero es don dinero”. La población tiene que lidiar cada día con la violencia que ocurre en los hogares, en los espacios públicos y privados. Tal parece que es un fenómeno que se da en todos los niveles y estratos de la sociedad hondureña y que va desde el empleado público que por temor a ser despedido o marginado en su trabajo y sus funciones calla la corrupción de sus jefes, estos últimos o ellos mismos, se valen de sus nexos y relaciones para sacar provecho social o económico y con ello sustentar la gran vida llena de lujos que mantienen.

Ver, oír y callar es una ley al estilo de la mafia italiana, que solo se cumple en los barrios y colonias marginadas, se habla de que se cumple la justicia y que se aplicará la ley, pero en las cárceles están los pobres y no los de camisa, corbata o cuello blanco, ellos son llamados de otras latitudes a que rindan cuentas por los daños que le causan a la población de esos países; a propósito, últimamente a los privados de libertad que los llevan juzgados se visten así.

Quizá logremos ver desfilar en los juzgados a las personas que se llenaron las bolsas del dinero ilícito producto de las extorsiones, tráfico y venta de drogas, armas ilegales y tráfico de personas entre otras, que la ley se aplique sin demora igual para todos sin importar que sea el que el agricultor, político, policía o funcionario público, solo así la impunidad ya no será eterna, claro está, desde que existe la extradición, a la que le temen, quieren que se les aplique la legislación interna.

La desigualdad económica en nuestro país es cada día mayor y hacer el dinero fácil es el sueño de algunas personas que sin valores morales le venden el alma a los que poseen grandes fortunas producto de la narcoactividad.

En los medios de comunicación se publican las depuraciones, elecciones, extradiciones, investigaciones y todo lo estamos viendo como una mala película con los mismos actores y libretos de un teatro que se derrumba. Como dicen en los pueblos la telenovela o el festival de la canción ranchera continúa.

*Directora de los Observatorios contra la Violencia de la UNAH