Cartas al editor

Otra teoría conspirativa

Dentro de poco se cumplirán tres años que nos inoculamos a lo que se consideró un logro de la ciencia por crear tan rápido esta vacuna y la que sería la panacea para el virus y todas sus respectivas mutaciones; pero tampoco podemos ocultar las muchas enfermedades que estamos padeciendo casualmente años después de vacunarnos y que antes dichos padecimientos no teníamos. Cada quien es libre de pensar y creer en lo que mejor le convenga, pero también hay muchas cosas que sería bueno cuestionarse, ¿realmente nuestro organismo ha sido afectado con estas vacunas?, ¿por qué en nuestro país, muchas personas ahora muestran presión alta o baja, trombosis, les da gripe, tos, fiebre de manera más regular? ¿Qué pasó con aquellas personas que no se vacunaron?, ¿qué tanto se enferman?, ¿por qué no lo hicieron? Las personas que se cuestionan este tipo de situaciones las censuran, entonces, si son conspiraciones ¿por qué no se permite la libre expresión?, o ¿por qué los espermas de los hombres no vacunados ahora tienen un mayor valor, así mismo la sangre de las personas que no lo hicieron se separa de los que sí? Las mujeres padecen ahora de trastornos menstruales, y toda la presión mental a la que fuimos sometidos en plena pandemia, ese constante estrés, ese que hace que nuestras defensas bajen y que las personas mayores se vean afectadas con su memoria, ahora también los jóvenes son más intolerantes a niveles de estrés a los que personas nacidas en los 85 o 90, que siendo mayores que ellos pueden soportar, no cabe duda que la vida nos cambió y para siempre, un virus tan inteligente, que ahora si tienes síntomas de tos o gripe al hacerte exámenes el que tiene la capacidad, sale positivo por covid-19. Siempre es bueno pensar diferente al resto, analizar todas las aristas, y para tener un panorama más amplio hay que escuchar a los que no piensan ni creen en lo mismo que nosotros. Al final todavía hay muchas situaciones que sólo el tiempo les va a aclarar, lo que está en riesgo es la vida de la humanidad, de nuestros familiares, la vida no tiene precio.