El 28 de noviembre los hondureños tenemos la gran oportunidad de votar por gente nueva que incursiona por primera vez en política y que tiene muchos méritos para que los electores voten por ellos. Tal es el caso de la ingeniera civil Ana Castro y el ingeniero en sistemas Edgard Banegas. Ambos aspiran a convertirse en alcaldesa y regidor, respectivamente, de la comuna capitalina por el Pinu. Conozco a Edgard desde que fuimos compañeros en la escuela católica Alfonso XIII. Es una persona brillante con proyección social desde hace muchos años.
Conversando con mi amigo sobre la propuesta que le presenta al electorado de la capital, me comenta que siempre ha estado al servicio de los más vulnerables y para poder desarrollar cambios en nuestra sociedad considera que es necesario implementar un desarrollo equitativo que mejore la calidad de vida de los menos favorecidos, que coloca a las personas en el punto más importante de una gestión municipal, con un desarrollo bien orientado acompañado de un grupo multidisciplinario con personas íntegras, honestas, de principios y valores éticos, morales y religiosos.
Agrega que debemos implementar acciones concretas que eleven la calidad de vida y desarrollen las ciudades gemelas y sus alrededores, usando cada centavo de la alcaldía en lo que se debe usar, luchando contra la corrupción y promoviendo el legado “donde no se roban y despilfarran los fondos públicos, ajustará para todo”.
Edgard asesoró al Club de Ciencias del Instituto Jesús Milla Selva, es miembro de la Pastoral Juvenil de la Parroquia San Juan Bautista que apoyó al Banco de Leche que el padre Antonio Romero creó en las aldeas La Joya y Santa Isabel para atender a niños en situaciones precarias. Fue miembro activo de la Comunidad Sant Egidio, realiza servicio de distribución de almuerzos a personas en situación de calle, jóvenes que inhalan tinner y pepenadores en la ciudad de Tegucigalpa.
Considero que para cambiar la capital es importante votar por gente nueva este 28 de noviembre.
