Este es un llamado angustioso al presidente Juan Orlando y su gabinete de Seguridad para que por favor paren la matanza que desangra al país.
No pueden seguir diciendo que el número de homicidios se ha reducido y ya. Puede ser cierto, pero la percepción de nosotros, los que vivimos en los barrios de clase media de San Pedro Sula y Tegucigalpa, no es esa.
Todos los días leemos y vemos en la televisión cómo matan a las personas aquí en el país y todo pasa hasta
como desapercibido.
Ya nadie se asusta, ni los ciudadanos ni los medios de comunicación. Necesitamos que las autoridades hagan algo, que investiguen los casos y den respuestas a los familiares de las víctimas.
No es posible que maten a la gente de la manera en que asesinaron a esas dos niñas en Intibucá y en Copán. Nada justifica su muerte.
Lo único que queda es que manden equipos especiales y se detenga y que los asesinos vayan a las cárcel. Queremos que trabajen y que se desarticulen esas redes de sicarios.
Ya basta que salgan a decir que todos los muertos son producto de bandas de pandilleros y mareros.
Y que no digan que no tienen dinero para enfrentar al crimen si un informe del mismo gobierno dice que han recaudado en siete años más de 20,000 millones de lempiras con la tasa de seguridad.
¿No les parece que es suficiente dinero para ejecutar una estrategia de atención real a esta problemática?
Una estrategia que garantice que los jóvenes puedan estar en sus casas seguros e ir a la escuela o su trabajo sin temores de perder la vida en el camino.
