Cartas al editor

Un país vulnerable

La fuerza de los fenómenos naturales deja evidenciado la falta de políticas de prevención para evitar que las embestidas de la naturaleza golpeen con tanta fuerza a la población que habita las zonas de alto riesgo a nivel nacional.

Históricamente hemos sido afectados con la aparición de huracanes y tormentas tropicales en esta época del año, razón por la cuál ya debería de haber un aprendizaje de los fracasos anteriores y promover la cultura de la prevención en todos los sectores de la sociedad. En las fuertes crecidas de los ríos y quebradas se puede ver la cantidad de basura que arrastran, convirtiéndose en una de las causas de inundaciones, en ese sentido es necesario que la población trate de corregir ese mal hábito de tirar los desperdicios alas calles para que el agua pueda usar los tragantes y no provocar inundaciones, así como crear conciencia colectiva de la necesidad de proteger el medio ambiente de contaminantes que generan el cambio climático y el calentamiento global. Es importante que las autoridades ya no sigan permitiendo que la gente construya casas en las riveras de los rios y lugares de alto riesgo, ya que esta situación los convierte en potenciales víctimas ante el acecho de las embravecidas aguas de los río con consecuencias graves que en muchos casos terminan en la muerte. Probablemente llegarán donaciones al país para invertir en obras de mitigación y mejorar el nivel de vida de personas que viven en condiciones de extrema pobreza, ojalá se le de un destino adecuado a los recursos y no pase como con los fondos de la ERP que nadie sabe donde fueron a parar, porque Honduras sigue sufriendo los mismos problemas del pasado.