Cartas al editor

Un imponente volcán de fuego

Ya hace ocho años que el Volcán de Fuego había causado estragos en la región de Escuintla, Antigua Guatemala, dicho poblado cuenta con los mejores hoteles, calles de piedra y un gran legado de indígenas pobladores de la zona que se rehúsan a evacuar la misma, son casi dos millones de personas afectadas, veinte mil evacuadas y, hasta los momentos, se reportan siete muertes, entre ellos un periodista, se espera que en las próximas horas, por desgracia, que la cifra aumente de manera considerable.

Todo comenzó a eso de las 12:50 PM, la erupción fue colosal y la arena afectó comunidades que se encontraban a 40 minutos de distancia. Dicho volcán siempre ha estado activo, lo cual representa una amenaza constante para los pobladores de nuestro país hermano.

Los habitantes pensaban que empezaba una tormenta, pues están en época de invierno, pero para sorpresa de ellos llovía arena y fuego. Los pobladores se están apresurando a barrer la arena para que al momento de las lluvias no colapsen las calles y dragantes.

Escuintla es un pueblo visitado mucho por turistas, pero hoy fueron abrazados por una desgracia y arropados por una gran capa de arena. Las autoridades han declarado alerta roja y se tiene la esperanza de que merme la erupción.

Guatemala, que enfrentaba ya hace tiempo una crisis política, ahora se enfrenta a una crisis de otra magnitud y que se sale totalmente de control, pues se enfrenta al poder de la madre naturaleza, un poder devastador al cual solo se debe enfrentar con mucho respeto. Las pérdidas materiales son millonarias ya, pero las vidas -que son invaluables- ojalá no se sigan perdiendo.

Fernando Erazo
Licenciado en Letras