El año pasado se hizo tremendo escándalo por parte del Ministerio Público que advirtió a la población sobre la posible utilización de carne de perro en algunos restaurantes chinos, sin duda una de las comidas que más le gusta al hondureño, pero todo quedó en eso, un escándalo y nada más, nunca se estableció si era o no era carne de “fido” la que utilizan en sus exquisitos platos internacionales, como quien dice hubo gato encerrado.
Pero sobre el descubrimiento, según los medios de “carne embolsada en sacos (...) que en las próximas horas sería distribuida en los mercados de la capital”, las autoridades encontraron los restos de más de 15 animales en un matadero clandestino en la colonia Nueva Suyapa, es de preocuparse pues se trata de un atentado para la salud de los consumidores, triste sería saber que los hondureños sin saberlo han incluido en su dieta “caballito guisado” pues, según los expertos en salud, la carne no es óptima para el consumo humano, pero si se siguen las normas de sanidad no implica un riesgo, en otros países se constató la existencia de trazas de ADN de caballo en hamburguesas de determinadas marcas, y sobre todo luego de que se descubriera que algunos productos de marcas reconocidas se comprobó que contenían carne de caballo en lugar de vacuno.
Es de todos conocido que para algunas religiones no se debe comer carne de cerdo y en algunas culturas las vacas son consideradas sagradas.
Lo cierto es que cuando los pueblos tienen hambre, los consejos de los nutricionistas salen sobrando…
Dennis Espinal
Ciudadano
