Por lo que recién vimos en la juramentación de la junta directiva provisional y luego en la permanente del nuevo Congreso Nacional de la República, seguirá el circo, los zafarranchos y las disputas en la agenda legislativa.
El Partido Nacional logró su objetivo de controlar el poder más importante y para el cual se necesita tener mucha sabiduría, paciencia y madurez política para poder llevar en armonía dentro de lo que cabe la tarea de legislar.
El reelecto presidente Dr. Mauricio Oliva ya demostró en el período anterior ser una persona con espíritu conciliador, diplomático cuando tiene que serlo, tolerante, pero también estricto en cuanto a ciertas normas de comportamiento que deben mostrar los diputados a lo interno del hemiciclo.
El aporte que realizan los demás miembros de la junta directiva y que son de otros partidos políticos es más que oportuno y necesario para lograr una buena gestión legislativa, lamentablemente el Partido Liberal se abstuvo de participar con una vicepresidencia, algo que me parece incorrecto e innecesario pues hubiese sido mejor que alguno de sus diputados los representara ya que cuentan con legisladores con experiencia o de los nuevos como Mauricio Villeda, que hubiera realizado un excelente papel.
Los diputados azules, por su parte, deben tener un comportamiento menos agresivo, ser más humildes ante un triunfo con sabor a derrota que se obtuvo en unas elecciones que dejan muchas heridas, deben evitar caldear los ánimos para que no tengamos un Congreso con diputados que pasen en disputas.
Dennis Espinal
Ciudadano
