Cartas al editor

2018: año nuevo, vida nueva

Será que las múltiples plegarias que se pidieron en los hogares y las diferentes iglesias y medios de comunicación durante las fiestas de Navidad y fin de año, para que en nuestro país reine la paz y la armonía entre todos los hondureños, fueron escuchadas para que en este 2018 tengamos en el país un ¡año nuevo y vida nueva!

Que atrás queden los resentimientos, los rencores y los sentimientos negativos que imperaron a principios de diciembre y que trajo pérdidas de vidas y daños materiales que fueron incentivadas por “líderes” cuyo principal motivo es alcanzar o conservar el poder a costa de cualquier precio.

A los hondureños nos gusta vivir en paz, nunca hemos sido un pueblo que busca la violencia como forma de “arreglar” las diferencias, si ahora hay jóvenes con ese “espíritu” es por la falta de oportunidades de un empleo digno en el país.

La juventud está frustrada, tanto los estudiados como los que no lo son. Ellos entienden que su futuro es incierto y que pasan y vienen gobiernos de diferentes colores y su situación es igual o peor. Prácticamente nuestra juventud es una bomba de tiempo, para suerte nuestra las iglesias han podido brindarles fortaleza y guía espiritual para sobrellevar la situación, pero el problema es muy grave y debe dársele la importancia que merece.

El desempleo en nuestro país es una emergencia nacional y como tal debe ser tratada. Con el comienzo de un nuevo año y los resultados de las pasadas elecciones se espera que en nuestro país, tal y como lo manda la constitución, se conforme un gobierno de integración para que todos cogobiernen pensando no en las próximas elecciones, sino en el futuro de las próximas generaciones.