¿La plataforma Twitch tiene nuevo competidor?

Para muchos, Kick representa libertad de lo que ven como reglas muy rigurosas y la avaricia corporativa en Twitch, para otros, prevalencia de puntos nocivos

Ed Craven, director de Kick, dijo que el sitio ha tenido que fijar normas sobre conducta.

jue 14 de diciembre de 2023 a las 12:2

Por Kellen Browning/The New York Times

Un día este verano, la personalidad de internet Adin Ross comenzó a transmitir en vivo para miles de fans.

Les aseguró que transmitiría vía streaming en vivo la próxima pelea de box de Jake Paul, aunque eso violaría las leyes de derechos de autor.

Después, se transmitió a sí mismo jugando máquinas tragamonedas en línea en un sitio de apuestas, Stake. Una vez, transmitió pornografía. Ha recibido a un nacionalista blanco y a Andrew Tate, el influencer que enfrenta cargos de trata de personas.

Mientras Ross transmite, sus espectadores publican mensajes en la función de chat de su canal, algunos lo celebran, otros le lanzan insultos.

Bienvenido a Kick, donde aparentemente se permite todo tipo de contenido. Desde su lanzamiento a fines del año pasado, la plataforma ha causado sensación en el mundo del streaming en vivo, dominado durante mucho tiempo por Twitch, propiedad de Amazon. Hoy Kick tiene 21 millones de cuentas y se ha creado un nicho como el hogar más reciente para espectadores varones jóvenes.

Kick, una empresa australiana, ha florecido ofreciendo contratos multimillonarios a streamers de primera línea y se lleva sólo el 5 por ciento de las ganancias de todos ellos, comparado con un reparto 50-50 en Twitch, lo que ayuda a atraer a los principales astros de Twitch y otros creadores.

No obstante, el portal en sí es algo así como un líder de pérdidas para Stake, el casino en línea respaldado por el mismo dueño y frecuentemente promocionado en Kick. Al ofrecer tratos de patrocinio cuantiosos con Stake, Kick también ha atraído a estrellas convencionales, como el rapero Drake.

Para algunos, Kick representa libertad de lo que ven como reglas demasiado rigurosas y la avaricia corporativa en Twitch. Para otros, Kick está permitiendo que prevalezcan puntos de vista nocivos.

Kick ha enfrentado escrutinio, lo que lo ha obligado a tomar en serio el tipo de contenido que permite.

$!Al ofrecer tratos de patrocinio con el sitio de apuestas Stake, Kick ha atraído a estrellas como el rapero Drake.

“Creo que la gente se está dando cuenta de que, entre más polémicos sean, mayor factor de escándalo tiene su contenido y atraen más espectadores, y a veces, eso puede ser una combinación peligrosa”, dijo Ed Craven, de 28 años, el director general de Kick.

Craven ascendió rápidamente en el mundo tecnológico australiano como cofundador de Easygo y otras compañías de juegos de azar en línea que inició junto con Bijan Tehrani.

Stake, que Craven fundó en el 2017 en Curazao, es uno de los casinos de criptomonedas más grandes del mundo.

En parte, la idea de Kick se originó a partir de los esfuerzos promocionales de Stake. En el 2021, Stake empezó a ofrecer a streamers estelares de Twitch, como Tyler Niknam, contratos de más de 1 millón de dólares al mes para transmitirse a sí mismos apostando en el portal de la compañía, lo que llevó a un aumento en el interés por contenido de juegos de apuestas en Twitch.

A los anunciantes de Twitch no les agradó. En respuesta a ello, en septiembre pasado, la compañía prohibió la transmisión vía streaming de tragamonedas en línea y otros juegos en portales, entre ellos Stake.com, en países que tienen protecciones al consumidor.

El mes siguiente, Niknam, Tehrani y Craven fundaron Kick, que ahora tiene 195 empleados en Australia, Serbia y EU.

Kick dijo que tenía 158 mil 510 streamers en octubre y que los niveles de audiencia aumentaron a 104 millones de horas en octubre.

Algunas transmisiones le han generado problemas al sitio. Un momento crucial llegó en septiembre, cuando dos streamers le pagaron a un hombre en Australia para que contratara a una prostituta para un encuentro sexual, que fue transmitido en vivo. Cuando la mujer se dio cuenta de que estaban viendo la transmisión desde otro cuarto, se marchó, aunque el hombre que la había contratado trató de impedir que se fuera.

El incidente provocó una oleada de críticas en redes sociales y algunos creadores dijeron que estaban considerando abandonar la plataforma. En respuesta, Kick actualizó sus directrices comunitarias y agregó un botón que permite a sus usuarios reportar conductas inapropiadas.

© 2023 The New York Times Company

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