Renace torre de Tokio, pieza por pieza

Con su diseño modular y estética minimalista, la Nakagin Capsule Tower de 13 pisos fue una maravilla del diseño del siglo 20 con la intención de expresar una teoría posguerra japonesa de la arquitectura

Nakagin Capsule Tower, creada en 1972, era conocida por su singular estilo arquitectónico. Se desmanteló en el 2022.

vie 2 de febrero de 2024 a las 15:0

Por Tim Hornyak | The New York Times

TOKIO — En 1972, los residentes de Tokio miraron hacia arriba para ver algo extraordinario. Parecía como un lugar sacado de una película de ciencia ficción —una torre futurista compuesta por 140 cápsulas desmontables, cada una adecuada para un residente individual y con una ventanilla mirando hacia afuera, como un montón de ojos fijos en la Ciudad.

Con su diseño modular y estética minimalista, la Nakagin Capsule Tower de 13 pisos fue una maravilla del diseño del siglo 20 con la intención de expresar una teoría posguerra japonesa de la arquitectura como un organismo vivo.

El metabolismo, como lo explicó el arquitecto Kisho Kurokawa, quien diseñó la torre, imaginaba edificios con partes modulares que pudieran unirse y desprenderse según fuera necesario.

“Si reemplazas las cápsulas cada 25 años, podría durar 200 años”, dijo Kurokawa en el 2007, el año en que murió. “Lo diseñé como arquitectura sustentable”.

Cada cápsula medía 2.4 por 4 metros y estaba fijada a una de dos torres de concreto reforzado. Pero con los años, muchas fueron abandonadas y se deterioraron, y los residentes decidieron dejar morir el edificio en lugar de salvarlo.

Luego de años de retrasos, la Nakagin Capsule Tower fue desmantelada en el 2022 y sus 140 cápsulas prefabricadas fueron retiradas una por una. La mayoría era insalvable. Sin embargo, 23 cápsulas lograron sobrevivir.

Ahora, tras algunas renovaciones, estas cápsulas huérfanas emprenden una segunda vida sorprendente, al polinizar nuevas ideas arquitectónicas por todo Japón y el mundo, donde están siendo convertidas en espacios de arte y piezas de museo.

“Aunque no pudimos salvar el edificio, la idea original de Kisho Kurokawa de las cápsulas como elementos intercambiables y móviles nos dio el impulso para preservarlas”, dijo Tatsuyuki Maeda, de 56 años, un ex residente de Nakagin y ahora director del Proyecto de Conservación y Regeneración del Edificio Nakagin Capsule Tower.

Han renacido las 23 cápsulas —se eliminó el asbesto, fueron reparadas y repintadas y, en algunos casos, se instalaron accesorios nuevos.

Una fue adquirida por el Museo de Arte Moderno de Wakayama, que el estudio de Kurokawa diseñó en 1990. La propia cápsula de Kurokawa se encuentra en el Museo de Arte Moderno de San Francisco.

Erigidas en las afueras del distrito acaudalado de Ginza, cada cápsula tenía espacio suficiente para una cama, un clóset, una estación de trabajo, un baño y una ventana tipo portilla.

Al principio, las cápsulas estaban dirigidas a profesionistas ocupados que buscaban una segunda vivienda en el centro de la Ciudad en vez de un largo traslado diario al trabajo.

Tras su conclusión en 1972, todas las unidades se vendieron y el edificio recibió elogios de la crítica. Pero los dueños de segunda generación que habían heredado las cápsulas no estaban tan interesados en usarlas, mucho menos en pagar por reemplazos cuando las carcasas de acero comenzaron a deteriorarse. Las cápsulas debían retirarse para su renovación, lo que tenía un costo prohibitivo.

Las cápsulas renovadas ahora atraen fans en Ginza, el exclusivo distrito comercial y de vida nocturna de Tokio. La compañía de entretenimiento Shochiku, conocida por su teatro Kabuki, ha puesto dos en exhibición permanente.

En una reunión reciente en su galería especialmente diseñada, Wakana Nitta, una músico que se hace llamar Cosplay DJ Koe-chan, instaló sus tocadiscos entre las cápsulas y comenzó a tocar melodías de programas de anime y películas de ciencia ficción.

Nitta, una ex residente ahora de 44 años, documentó meticulosamente el desmantelamiento de la torre.

En el evento reciente, sus fotografías de grúas sacando cápsulas de la estructura se exhibieron en una cápsula desmantelada hasta el marco; la otra, renovada, mostraba imágenes de su vida en su propia cápsula, mirando por la ventanilla a Tokio.

© 2024 The New York Times Company

$!La Nakagin Capsule Tower, en el 2014 con deterioro visible, fue un primer ejemplo de diseño metabolista.
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