Niños arriesgan sus vidas en azoteas

Según maestros, trabajadores sociales, organizadores laborales e investigadores, el empleo más común para niños en reparación de techos y construcción

Antoni Padilla, de 15 años, quedó muy grave tras caer de una azotea en Carolina del Sur.

mié 27 de diciembre de 2023 a las 14:17

Por Hannah Dreier, Brent McDonald, Nicole Salazar, Annie Correal y Carson Kessler / The New York Times

En redes sociales, se llaman a sí mismos ruferitos.

Despiertan antes del amanecer para ser trasladados a sitios de empleo remotos en EU. Cargan pesados bultos de tejas que les dejan los brazos temblorosos. Trabajan durante oleadas de calor sobre azoteas de chapopote que queman sus manos.

La ley estadounidense prohíbe que menores de edad trabajen en reparación de techos debido a que es muy peligroso, pero niños migrantes realizan esta labor por todo EU, descubrió The New York Times. Durante más de un año, The Times habló con más de 100 niños techadores que trabajan en 23 estados, entre ellos algunos que empezaron en edad escolar primaria.

En Nueva Orleans, Juan Nasario dijo haber reemplazado techos durante turnos de 12 horas casi a diario desde que llegó de Guatemala hace cuatro años, cuando tenía 10 años. Le gustaría ir a la escuela o al menos unirse a un equipo de futbol, pero debe pagarle renta a su primo mayor.

En Dallas, Texas, Diego Osbaldo Hernández empezó a reparar techos cuando tenía 15 años, luego de llegar a EU procedente de México en el 2022 para vivir con un amigo. El trabajo lo lleva por todo Texas, pero su lugar favorito para trabajar es San Antonio. “Son las casas más bajas”, señaló.

En Carolina del Sur, Antoni Padilla, originario de Honduras, de 15 años, trabajaba en una casa de playa cuando resbaló y cayó unos 9 metros sobre concreto. La caída lo dejó en coma con hemorragias internas, fractura de cráneo y una lesión cerebral grave. Sin poder hablar ni ponerse de pie, regresó a la casa rodante que había estado compartiendo con la familia de su tío.

Un auge en construcción residencial por todo el sur de EU y un aumento en desastres naturales ha intensificado la demanda de techadores, dijeron expertos de la industria. Al mismo tiempo, jóvenes han estado cruzando la frontera sur de EU sin acompañantes en cifras récord: casi 400 mil niños han llegado a EU desde el 2021 sin sus padres, y la mayoría ha terminado trabajando, reportó The Times.

$!Una casa en Carolina del Sur donde Antoni Padilla, de 15 años, de Honduras, quedó muy grave tras caer 9 metros.

El empleo más común para estos niños es el trabajo en reparación de techos y construcción, indican maestros, trabajadores sociales, organizadores laborales e investigadores federales.

El trabajo de reparación de techos abunda y paga mejor que muchos de los otros empleos que pueden conseguir estos niños. Pero también es peligroso: un resbalón puede ser mortal.

El Gobierno federal de EU ha prometido tomar medidas enérgicas contra el trabajo infantil, pero la fuerza laboral sigue creciendo con la rapidez con la que llegan los niños, ávidos por mantenerse y ayudar a sus familias.

Los niños que trabajan en obras de construcción tienen seis veces más probabilidades de morir que los menores que realizan otros trabajos, informa el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de EU.

Sin embargo, la muerte no es el único riesgo. Organizadores laborales y trabajadores sociales dicen que ahora ven más niños migrantes que sufren lesiones graves. Un adolescente de 15 años en Florida sufrió quemaduras cuando resbaló de un techo y cayó dentro de un tanque de chapopote caliente. Otro de 16 años cayó de una azotea en Arkansas y se hizo añicos la espalda. Tras pisar un tragaluz, un niño en Illinois cayó y se fracturó la columna.

Cuando los niños se lesionan, los contratistas a menudo se niegan a pagar sus cuentas médicas.

Alrededor de 100 techadores mueren cada año en el trabajo, la mayoría en caídas, de acuerdo con el Departamento de Trabajo de EU. El Gobierno no publica datos sobre lesiones o muertes entre niños techadores —una categoría de trabajadores que supuestamente no existe.

Sin embargo, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, una dependencia federal que es parte del Departamento de Trabajo, a veces los encuentra mientras investiga accidentes en el lugar de trabajo.

Los niños hallan trabajo como techadores a través de iglesias, en grupos de Facebook y en sitios para jornaleros, donde trabajadores se reúnen por las mañanas con la esperanza de ser elegidos para empleos. A veces dicen tener más de 18 años.

Itzel Sánchez, una subcontratista que repara techos en Carolina del Sur, dijo que contrata trabajadores menores de edad porque no hay suficientes adultos dispuestos a hacer el trabajo, y no le gusta rechazar niños necesitados. También son mucho más baratos de contratar.

Sánchez afirma que no le preocupa meterse en problemas por contratar menores. Dijo que los inspectores laborales no acuden seguido.

© 2023 The New York Times Company

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