Hábitat de ajolote preocupa a México

A pesar de que la población de ajolote se ha reproducido ampliamente en laboratorios, existe la interrogante de si queda una población silvestre significativa

El ajolote ha disminuido de miles a 35 por kilómetro cuadrado en los humedales de Xochimilco en México.

mar 12 de diciembre de 2023 a las 14:59

Por Jennie Erin Smith / The New York Times

Xochimilco es una extensa demarcación semirural en el sur de la Ciudad de México, hogar de una enorme red de canales que rodean parcelas agrícolas llamadas chinampas.

La población del ajolote mexicano alguna vez creció en estos canales. El ajolote, un anfibio oscuro con el hábito extraordinario de la neotenia, o conservar su tipo de cuerpo juvenil durante toda su vida, se ha reproducido ampliamente como animal de laboratorio y en el comercio de acuarios, pero ahora existe la interrogante de si queda una población silvestre significativa.

Según el último recuento, hace una década, en los humedales de Xochimilco vivían 35 ajolotes por kilómetro cuadrado, comparado con miles de ellos en los 90. La contaminación, la urbanización y la introducción de especies de peces les habían hecho la vida casi imposible.

A principios de la década del 2000, Luis Zambrano, un ecologista de la Universidad Nacional Autónoma de México, fue seleccionado por el Gobierno para estudiar los ajolotes. Tenían una profunda importancia cultural, una característica de la dieta y la cosmología tradicionales de la región.

Y a biólogos de todo el mundo que habían utilizado ajolotes para estudiar la regeneración de tejidos les preocupaba que sus animales se estuvieran volviendo endogámicos, sin una población silvestre de la cual extraer nuevos linajes.

Zambrano nunca consideró alguna estrategia para salvar al ajolote que no involucrara primero restaurar su hábitat.

Sin embargo, el hábitat era la Ciudad de México, con una población de 22 millones de habitantes y contando. La urbanización amenazaba los últimos remanentes de la cultura agrícola precolombina cuyos canales habían albergado a los ajolotes durante más de mil años.

Zambrano y su equipo determinaron que la única manera de salvar y estudiar al ajolote salvaje era promoviendo prácticas agrícolas ancestrales y luego convertir segmentos de los canales de los agricultores en santuarios del ajolote, con la esperanza de que pudieran tener un vínculo entre sí.

Una mañana de octubre, Zambrano y un grupo de estudiantes salieron en una trajinera llevando seis animales criados en laboratorio dentro de hieleras. Los ajolotes serían liberados en jaulas sumergibles, lo que les permitiría cazar sin convertirse en presa. Las jaulas serían colocadas en canales equipados con biofiltros, hechos de roca volcánica y plantas nativas, para impedir el paso de contaminantes y peces invasores. En una semana, el grupo liberaría otros seis.

$!Los humedales de Xochimilco, una demarcación semirrural al sur de la CDMX, alguna vez ofreció refugio a ajolotes.

Oficialmente, el Gobierno mexicano ha acordado desde hace mucho tiempo que este hábitat debe ser conservado. Los humedales de Xochimilco fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987; cinco años después, todo el sistema fue designando área natural protegida.

Legalmente, no se pueden construir casas ni estructuras permanentes en chinampas. Sin embargo, a diario se pueden ver barcos transportando materiales de construcción. En el 2020, constructores empezaron a rellenar parte de los humedales de Xochimilco para un nuevo puente carretero.

Otro grupo de investigadores de ajolotes en Xochimilco mantiene una colonia de cría, derivada de tres docenas de ejemplares salvajes.

José Antonio Ocampo, director del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco, dijo que si bien los ajolotes criados allí son sanos y genéticamente fuertes, el CIBAC no ha intentado liberar alguno desde el 2013. Las condiciones son simplemente demasiado terribles.

Ocampo y sus colegas se han estado enfocando en un lago ubicado dentro de un parque natural administrado por el Gobierno en Xochimilco. El lago está más limpio que los canales principales y puede ser vigilado con mayor facilidad. Se están realizando estudios para un lanzamiento dentro de dos años.

Carlos Sumano, un colega de Zambrano, intenta persuadir a más chinamperos de que reanuden la agricultura ancestral. Ha ayudado a unas 20 familias a dejar de lado los pesticidas y otros productos químicos.

No obstante, 20 familias representan solamente una pequeña parte de los agricultores de chinampa registrados en Xochimilco.

La adopción es lenta, reconoció Sumano. Para estos investigadores, el esfuerzo consiste en reconectar a los ajolotes con su hábitat natural en la mente del público, y aprender a valorar un sistema de cultivo de humedales que ha sido tachado de retrógrada.

© 2023 The New York Times Company

$!Luis Zambrano, un ecologista, encabeza un esfuerzo para restaurar ajolotes silvestres en asociación con agricultores.
Tags:

Notas Relacionadas