El hambre empeora las sequías mundiales

La sequía está afectando a diversas regiones del mundo, desde olivares en Túnez hasta la Amazonia brasileña y los campos de trigo en Siria e Irak

Están cayendo los niveles de agua en algunas partes de Latinoamérica. El Lago Titicaca, entre Perú y Bolivia.

dom 28 de enero de 2024 a las 15:28

Por Somini Sengupta | The New York Times

Los olivares se han marchitado en Túnez. La Amazonia brasileña enfrenta su temporada más seca en un siglo. Los campos de trigo en Siria e Irak han sido diezmados. El Canal de Panamá, una arteria comercial vital, no tiene suficiente agua, por lo que pasan menos barcos. Y el temor a la sequía ha llevado a India a restringir las exportaciones de arroz.

Las Naciones Unidas estimó que 1.8 mil millones de personas en el mundo, casi una cuarta parte de la humanidad, vivían bajo sequía en el 2022 y 2023, la mayoría en países de ingresos bajos y medianos.

Las sequías se producen en medio de temperaturas globales récord y una creciente inflación en los precios de los alimentos, mientras la invasión rusa de Ucrania, dos países que son importantes productores de trigo, ha perturbado las cadenas de suministro de alimentos, castigando a los más pobres del mundo.

Una cifra récord de 258 millones de personas enfrentan lo que la ONU llama “hambre aguda”, con algunas al borde de la inanición.

Las condiciones secas y calurosas empeoran por la quema de combustibles fósiles que provocan el cambio climático. Es muy probable que también haya contribuido a ello la llegada el año pasado de El Niño, un fenómeno meteorológico natural caracterizado por temperaturas más cálidas de lo normal en partes del Océano Pacífico.

La Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna, un grupo de investigación financiado por el Gobierno de Estados Unidos, estima que El Niño afectará el rendimiento de los cultivos en al menos una cuarta parte de las tierras agrícolas del mundo.

$!Bajando a un pozo casi seco para sacar agua en el oeste de India. India ha restringido algunas exportaciones de arroz. (Ritesh Shukla/Getty Images)

El arroz es sumamente vulnerable a las condiciones climáticas y los gobiernos, a su vez, son vulnerables a las fluctuaciones en los precios del arroz. India, que enfrenta elecciones este año, impuso una serie de impuestos de exportación, precios mínimos y prohibiciones a la exportación de su arroz.

La prohibición a las exportaciones de arroz de India es una medida precautoria. El Gobierno ha mantenido durante mucho tiempo grandes reservas.

Pero India es el mayor exportador de arroz del mundo y sus restricciones se dejan sentir en otros lugares. Los precios se han disparado en países que dependen del arroz indio, como Senegal y Nigeria. Y las sequías en Centroamérica afectan más que los alimentos. En una región donde la violencia y la inseguridad económica impulsan a millones de personas a intentar migrar al norte a Estados Unidos, un estudio reciente encontró que los años secos estaban asociados con mayores niveles de migración.

Más al sur, una selva amazónica saludable también es un enorme depósito de carbono, pero no si el calor y la sequía matan árboles y alimentan incendios forestales. “Si eso pasa a la atmósfera como gases de efecto invernadero, puede ser la gota que derrame el vaso para el clima global”, dijo Philip Fearnside, biólogo en el Instituto de Investigaciones Amazónicas, en Manaos, Brasil. “No sólo la Amazonia”.

© 2024 The New York Times Company

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