CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO.- “Que se tienten el corazón”, dijo este lunes Porfirio Lango al suplicar ayuda para que su hija, la médica mexicana Bárbara Lango, pueda ser evacuada de la Franja de Gaza, donde permanece atrapada desde los ataques del grupo islamista Hamás contra Israel.
“Su madre, su hermana, yo, toda su familia, hemos estado rezando todos los días, pidiendo a Dios que mi hija y su familia puedan ser evacuados”, declaró Lango por teléfono a la AFP desde Mazatlán (estado de Sinaloa, noroeste).
El gobierno mexicano ha evacuado de Israel, en aviones militares, a 720 de sus ciudadanos pero no ha podido ayudar a Lango, anestesista de 39 años, quien según su padre vive “una situación espantosa”.
“Israel no autoriza un cordón humanitario ni permite la salida de nadie” de la Franja de Gaza, escribió el pasado sábado en X (antes Twitter) la canciller mexicana, Alicia Bárcena, señalando que “aún la guerra tiene reglas”.
Lango, también médico, relató que su hija, con quien tuvo contacto telefónico en la mañana de este lunes, se vio obligada a “dejar su departamento de Gaza cuando las bombas comenzaron a caerle muy cerca” durante la contraofensiva israelí.
En la más reciente conversación, la mujer le dijo que se le estaba agotando la batería del celular y no tenía luz, pero que se encontraba “bien”.
Estaba “a 30 minutos de Rafah”, comentó el médico, refiriéndose a la zona donde cientos de personas se apiñaban este lunes en el sur de Gaza, en la frontera con Egipto, con la esperanza de que abrieran ese punto de paso, única salida de la Franja al exterior.
“Que se tienten el corazón. Que cesen las hostilidades, aunque sea momentáneamente para que los inocentes puedan continuar con sus vidas”, clamó el hombre.
Originaria de Sinaloa, Bárbara trabajó varios años con la organización Médicos Sin Frontera (MSF), comentó su padre.
Su última misión con MSF fue en la Franja de Gaza, de donde volvió a México en diciembre de 2022 para regresar en abril pasado tras casarse con un palestino traductor de la organización internacional.
Mientras puede ser evacuada, Bárbara está “ayudando con los problemas médicos que se puedan presentar” en el lugar en el que se encuentra con su esposo, dijo el padre.
Al momento de los ataques de Hamás, unos 5.000 mexicanos residían en territorio israelí, dos en la Franja de Gaza y 35 en Cisjordania, según el gobierno de México, que reportó además que un hombre y una mujer originarios de este país fueron secuestrados.
