Lizzy Flores Flake, hija del expresidente Carlos Flores, no descartó la posibilidad de aspirar a una candidatura presidencial en caso que se concrete la aspiración de Rafael Leonardo Callejas, del movimiento Monarca del Partido Nacional.
El anuncio lo hizo Lizzy Flores a través de su página personal en Facebook, atizando de esta forma el ambiente político, sobre todo dentro del Partido Liberal.
Tras la crisis de 2009, el Partido Liberal no ha logrado alcanzar la unidad granítica, indispensable para triunfar en procesos electorales con una oferta política más amplia.
De ahí que Lizzy Flores se catapulta a sí misma como una “Nueva fuerza joven”, emulando de esta manera el eslogan que se llevó a su padre, Carlos Roberto Flores, al poder de la nación.
“Estoy considerando la posibilidad de ser la candidata por el Partido Liberal en una revancha Flores-Callejas. Una Nueva Fuerza Joven contra el Monarca”, dice textualmente Flores Flake.
Voy a querer nuevos cuadros renovados con jóvenes honestos y capaces, dice otra parte de su mensaje.
“De la mano, juntos, con los nuevos valores y elementos vamos sumando y creciendo el nuevo liberalismo”, dice textualmente la parte final de su mensaje.
Lizzy Flores es actualmente la representante de Honduras ante la Organización de las Naciones Unidas, con sede en Nueva York.
Nuevo liberalismo
El mes pasado, Lizzy Flores escribió un extenso ensayo sobre su visión del nuevo liberalismo.
El documento, de su firma, lo tituló “Ocho Principios del Nuevo Liberalismo”, el cual se resume en que “la persona es la unidad básica y minoría más importante de la sociedad”.
Califica este modelo del siglo 21 como una nueva plataforma que se separa del viejo modelo de liberalismo con base en lo que constituye el contrato social.
“El nuevo liberalismo nace en el centro de las Américas, donde las agendas sociales a través de muchas décadas se han convertido en instrumentos de control y represión de la persona, en su pensamiento y acción”, afirma.
A su juicio, en este modelo, el individuo retoma su papel como líder de su propia vida y de estar en el centro de toda plataforma y movimiento social, en lugar de prestarse a una cultura social que lo invisibiliza y le dicta su destino.
En este tiempo de transformaciones, cada persona es llamada a pensar y decidir libremente en un ambiente de confianza, paz y seguridad.
En su escrito afirma que en la súperred del nuevo liberalismo cada individuo aporta, dirige y crea posibilidades que lo empoderan en un mundo cambiante, tecnológico y globalizado.
“Es hora en que el individuo responde a su propia soberanía, autonomía e independencia ante el Estado nación. La soberanía nacional no debe restringir los derechos fundamentales del individuo, su vida personal, sus oportunidades para lograr el bienestar, seguridad ni coartar su movilidad social. El Estado está en muchos contextos limitado, y se enfoca en defender y posicionar sus propios intereses, donde restringe la capacidad y la libertad de sus ciudadanos”.
A su juicio, el modelo de gobernabilidad del siglo pasado no puede responder y resolver los complejos retos y desafíos modernos cuando un Estado nación no es autosostenible por sí misma, y está obligado a interactuar en un contexto regional y global más amplio para crear bienestar y prosperidad para sus poblaciones.
Flores enumera los principios del nuevo liberalismo: Libertad de movilidad, libertad de igualdad, libertad de expresión, libertad de educación y acceso tecnológico, libertad en los derechos de propiedad, libertad de acceso a recursos naturales y medios energéticos, libertad monetaria y económica y libertad de identidad en la diversidad.
