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Iglesia avanza proceso de canonización de amigo de Monseñor Romero

El asesinato de Rutilio Grande marcó un profundo cambio en monseñor Romero y abrió sus ojos para entender el sufrimiento de los pobres

22.08.2016

San Salvador, El Salvador
La iglesia salvadoreña anunció este lunes que concluyó la etapa diocesana del proceso de canonización del asesinado sacerdote Rutilio Grande, un allegado del beato Oscar Arnulfo Romero, y su caso fue enviado al Vaticano para su fase decisiva.

'El arzobispado de San Salvador hace del conocimiento público que el pasado martes 16 de agosto se llevó a cabo una ceremonia privada como conclusión de la fase diocesana del proceso de canonización del Siervo de Dios, padre Rutilio Grande', señaló en un comunicado el arzobispado de San Salvador.

Grande, un sacerdote jesuita que fue amigo muy cercano del asesinado arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero, fue asesinado el 12 de marzo de 1977 en una carretera entre las ciudades norteñas de Aguilares y El Paisnal.

Al momento de su asesinato, el padre Grande era párroco de Aguilares y se dirigía a oficiar una misa en El Paisnal cuando su automóvil fue ametrallado por desconocidos. Junto a él murieron dos campesinos que le acompañaban.

El asesinato de Rutilio Grande marcó un profundo cambio en monseñor Romero y abrió sus ojos para entender el sufrimiento de los pobres de su país, y por ello hizo de la denuncia de la injusticia su bandera.

En la recién concluida etapa diocesana de la canonización, el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, nombró un tribunal eclesial que se encargó de recopilar detalles sobre la vida, virtudes y el martirio de Grande.

'Tenemos la convicción que el padre Rutilio Grande es ejemplo de vida y fe para todos los cristianos', sostuvo el arzobispado de San Salvador, que recordó que el padre fue un hombre de 'profundo espíritu de oración y de austeridad en su modo de vivir'.

'Agradecemos a su santidad el papa Francisco, por la gran estima que tiene hacia nuestra Iglesia local, por impulsar la beatificación de nuestro amado beato monseñor Romero y por animarnos a llevar con prontitud el proceso de canonización del padre Rutilio Grande', concluyó el arzobispado capitalino.