Mundo

Un pequeño resbalón y otras anécdotas de la visita del Papa en Ecuador

A su llegada a Quito al salir del avión de Alitalia, el fuerte viento le jugó una mala pasada y su solideo voló por los aires. Francisco realiza una misa que ya ha reunido a cientos de miles de feligreses en Plaza Bicentenario.

07.07.2015

Quito, Ecuador

El papa Francisco protagonizó algunos momentos anecdóticos en su visita a Ecuador, que vivió con la espontaneidad y sencillez que le caracterizan.

El presidente Rafael Correa lo recibió y llamó a una señora con un niño en brazos para que se acercara al Pontífice. El papa accedió a dar un beso al chico, pero el pequeño le viró la mejilla en dos ocasiones.

En Guayaquil sufrió un pequeño resbalón al moverse del altar al atril para dar su sermón en la primera misa campal de su gira latinoamericana. Los sacerdotes cercanos se apresuraron a ayudarle y evitaron que llegara al suelo.

Este martes el papa realiza una multitudinaria misa en la Plaza Bicenteneario de Quito, donde miles de seguidores se han congregado para escucharlo.

El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Fausto Trávez ha sido su permanente compañía en sus desplazamientos en el país. A su retorno a Quito desde Guayaquil, Francisco tuvo que esperar sentado en su automóvil al prelado.

Lo hizo sin molestia, aunque sus guardias empezaron a ponerse tensos. Aprovechó la espera para saludar a quienes estaban a su alrededor y algunos se acercaron a tomarle fotos, hasta que por fin apareció apresurado Trávez.

El Papa estableció una relación especial con los niños y permitió que se le acercasen. Cuando llegó al palacio de Gobierno, el presidente Rafael Correa lo recibió al pie de la casa de gobierno y llamó a una señora con un niño en brazos para que se acercara al Pontífice. El papa accedió también a dar un beso al chico, pero el pequeño le viró la mejilla y en dos ocasiones.

En cambio en el mismo palacio, una niña burló la seguridad y corrió a abrazar al papa. Un guardia suizo elevó a la niña para que alcanzara el beso del religioso.

Francisco también hizo pedidos espontáneos a los fieles como el que formuló entrada la noche a quienes le gritaban en la puerta de la Nunciatura Apostólica en Quito: les pidió dejaran de gritar 'para que puedan dormir los vecinos'. O cuando, con humor, dio la bendición a discapacitados diciéndoles que no les iba a cobrar por ella, pero les pidió rezar por él.

Al papa que llegó a Ecuador desde el pasado 05 de julio también se lo ha visto cargar su portafolio negro siempre que puede y utiliza un modesto auto Fiat para sus traslados.

Tags: