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EE UU quiere que México selle su frontera

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16.07.2014

Ciudad de Hidalgo, México

México prometió detener el flujo de inmigrantes centroamericanos que cruzan su territorio hacia Estados Unidos y para ello ha dicho que reforzará los controles en su frontera con Guatemala, notablemente porosa, pero los mensajes cruzados entre los mandatarios de México y Guatemala, en poco más de una semana han ofrecido pocos detalles sobre cómo se va a proceder. En el terreno, la realidad sigue siendo la misma.

Decenas de centroamericanos que pagaron 1.50 dólares cada uno cruzaban esta semana el caudaloso río Suchiate en balsas improvisadas con tubos y tablones de madera, ante la mirada de la policía mexicana y los agentes de inmigración ubicados en la orilla.

“Aquí solo hay árboles, no hay nada diferente”, dijo Luisa Fuentes, una guatemalteca de 56 años, mientras subía en una balsa que se dirigía a México. “La bestia”, un decrépito tren de carga que transporta inmigrantes hacia el norte desde el estado fronterizo de Chiapas, todavía llevaba muchos polizones en el techo.

El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto asegura que detiene y deporta a muchos más centroamericanos, pero no queda claro si las detenciones han aumentado o simplemente se han multiplicado al aumentar el número de inmigrantes centroamericanos que intentan cruzar la frontera de México.

En Estados Unidos, la ola migratoria ha abrumado a la Patrulla Fronteriza, a los refugios y a los tribunales de inmigración.

Altos funcionarios, entre ellos el vicepresidente, han viajado a América Central con un severo mensaje para aquellos que contemplen hacer ese viaje y el presidente Barack Obama está buscando 3,7000 millones de dólares para responder a la crisis. Más de 44,000 menores no acompañados procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras han sido aprehendidos en la frontera de Estados Unidos desde octubre hasta finales de junio.

Presiones

Estados Unidos ha presionado discretamente a México. Sin embargo, en un encuentro el 20 de junio en Guatemala, el vicepresidente estadounidense Joe Biden advirtió al secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, que con el crecimiento económico en México los centroamericanos tal vez decidan quedarse en el país, de acuerdo con un funcionario enterado de la sesión.

“Encontramos socios muy dispuestos en el gobierno de Peña Nieto”, dijo el funcionario estadounidense, quien habló sobre la conversación a condición de mantener el anonimato. “No es algo donde necesitemos el palo y la zanahoria, es más bien como decir que necesitamos de su ayuda y ellos responden ‘te voy a decir lo que podemos y lo que no podemos hacer’’’.

Peña Nieto anunció este mes un plan que incluye más estaciones de inspección fronteriza para ayudar a combatir el tráfico de migrantes desde Guatemala, El Salvador y Honduras. Osorio Chong dijo la semana pasada que México ya no permitirá que los inmigrantes se suban el tren “la bestia”.

Se esperaba que el gobierno ofreciera detalles sobre el esfuerzo el martes, pero en lugar de ello las autoridades anunciaron el nombramiento de un político poco conocido para encabezar el plan del gobierno de atención a los migrantes. Las autoridades prometieron nuevamente mejorar las instalaciones en los cruces fronterizos, pero tampoco dieron detalles de lo que están planeando.

“Debemos avanzar en la coordinación... para hacer de la frontera sur un espacio de estabilidad y gobernabilidad”, dijo Humberto Mayans, el recién nombrado jefe de la Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur.

La frontera sur de México mide menos de la mitad que la del norte, pero sus densas selvas la vuelven muy difícil para la policía, en particular para un país que padece por la corrupción y la violencia de la delincuencia organizada.

Los políticos mexicanos por lo general ven pocas ventajas en detener a los migrantes que cruzan el país para llegar a Estados Unidos, igual que hacen muchos mexicanos. Los migrantes se quedan solo algunos días y no afectan las escuelas o los servicios.

Es más, el tráfico de migrantes es un negocio bastante lucrativo que genera ganancias a las policías locales que se hacen los disimulados y muchos ingresos para los negocios legales.