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Pagarán a importadores para combatir desabastecimiento

El gobierno chavista de Nicolás Maduro prometió a los empresarios eliminar el excesivo burocratismo en la aprobación de los permisos, a fin de que se importen alimentos.

    24.04.2014

    El presidente venezolano Nicolás Maduro prometió ayer el pronto pago de parte de la multimillonaria deuda estatal con importadores y medidas para agilizar trámites burocráticos, en un país golpeado por el desabastecimiento y la inflación.

    “He venido a convocarlos a ustedes, empresarios de la patria, a que se incorporen a esta ofensiva de trabajo, de crecimiento”, dijo el jefe de Estado socialista ante 700 representantes de empresas congregados en el Círculo Militar para escuchar el anuncio de lo que él define como “segunda ofensiva” de su guerra económica.

    El país con las mayores reservas petroleras del mundo enfrenta una inflación de 57% anual, desabastecimiento de uno de cada cuatro artículos básicos (importados en su mayoría) y desaceleración del crecimiento económico que cayó en un año a la cuarta parte, lo que ha provocado sangrientas protestas en febrero y marzo.

    El gobierno -dijo- pagará de “manera inmediata” un 30% de las divisas pendientes a importadores privados, que aseguran que se les adeudan 13,000 millones de dólares y se quejan de que el retraso en la asignación de divisas agudiza el desabastecimiento.

    “Vamos a proceder de manera inmediata al reconocimiento y cancelación de un 30% (de divisas pendientes de asignar) como fórmula para avanzar en el resto de estos compromisos adquiridos”, expresó el mandatario.

    En Venezuela rige hace más de una década un estricto control de cambios y durante 2013 el gobierno se atrasó en la entrega de los dólares destinados a la importación de productos básicos, pero que también al amparo de una “fiesta petrolera” se utilizaron para subsidiar turismo internacional de lujo e importaciones suntuarias.

    Para surtir su despensa, el venezolano de a pie se lanza cotidianamente a un recorrido de supermercado en supermercado para, luego de realizar filas por horas, obtener -si tuvo suerte- leche uruguaya, carne nicaragüense, pescado chileno, café brasileño, harina canadiense, toallas desechables colombianas o papel higiénico estadounidense.

    “Tenemos que producir en Venezuela todo. Tenemos que acabar con la economía de puerto. Los estoy convocando para producir, para trabajar (...)

    Aquel capital internacional que esté en Venezuela y quiera trabajar, pues llegó la hora”, añadió Maduro, que criticó el modelo de dependencia de la renta petrolera vigente en Venezuela desde hace décadas.

    Los productos de la canasta básica son vendidos a precios controlados que resultan ínfimos comparados con el mercado internacional, lo que ha propiciado un tráfico de mercancías hacia la vecina Colombia, una situación que Maduro prometió derrotar.

    El presidente también anunció que seguirán las inspecciones de comercios para hacer valer la ley de “precio justo” decretada en 2013 y que llevó a rebajas compulsivas de todo tipo de productos.

    La ley establece un tope máximo de ganancias de 30% y Maduro detallará el “mecanismo oficial de fijación de precios justos” e incluso difundirá una lista con el valor comercial de distintos productos y bienes, incluidos automóviles.