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Prensa italiana denuncia intento de golpe de Estado contra el Papa

La captura y detención de su mayordomo y los escándalos financieros, entre otros, forman parte de un plan de un grupo de la curia para apoderarse de la Secretaría de Estado y del cónclave

28.05.2012

Ciudad del Vaticano. Un candente escándalo por el manejo de la información, la lucha de poder en la poderosa curia romana y, lo más grave, un complot para sacar del trono de San Pedro al papa Benedicto XVI, equivalente a un golpe de Estado en el Vaticano.

Todas estas hipótesis son manejadas por la prensa italiana que desde hace meses viene dando cobertura especial a lo que ocurre en los interiores de los palacios vaticanos y la semana anterior incluso llegó a los aposentos pontificios.

Mayordomo

La detención del mayordomo Paolo Gabriele
por la Policía del Vaticano, el “primero y el último en ver al Papa”, según la definición de un monseñor citado por la prensa, fue el mayor golpe a la secretividad con que el Vaticano se ha desenvuelto en siglos.

Gabriele es señalado de obtener los documentos secretos en los aposentos del papa Benedicto XVI para su filtración a la prensa con el ánimo de golpear a uno de los grupos al interior de la curia.

La caza de los llamados “topos” del Vaticano continuó ayer domingo, según versiones de la prensa italiana.

“Vaticano, caza a los cómplices”, titula en primera página La Stampa. “Los investigadores buscan confirmaciones, pruebas, cómplices y un eventual nivel superior”, escribe el diario.

“El mayordomo habla, el Vaticano tiembla, caza contra los instigadores: hay una mujer”, escribe en primera página La Repubblica.

“También hay una mujer entre los ‘topos’ del Vaticano, una laica que trabaja en el Palacio Apostólico”, escribe el diario, que la describe como “joven”, “casada” y que “acompañó en marzo a Benedicto XVI en su viaje a México y Cuba”.

“Nadie cree que el mayordomo fuera capaz de orquestar en solitario el ‘Vatileaks’ y se mira hacia un nivel superior, eclesiástico”, asegura.

Un libro publicado hace ocho días en Italia contiene documentos confidenciales del Papa que ilustran numerosos debates internos, por ejemplo, sobre la situación fiscal de la Iglesia o los escándalos sexuales de los Legionarios de Cristo.

Golpe

Para el diario La Repubblica, Gabriele es uno de los instrumentos de un grupo no identificado de “cardenales, arzobispos y monseñores” que preparan “un verdadero golpe de Estado” en el Vaticano.

El objetivo de ese grupo es “tomar el control de la secretaría de Estado”, o sea, el gobierno del Vaticano, actualmente dirigido por el cardenal italiano Tarcisio Bertone, considerado como un fiel de Benedicto XVI, y “luego sucesivamente conquistar el cónclave con un Papa salido de sus rangos”.

“Los cerebros que concibieron el plan son los mismos que suministraron a la prensa los documentos secretos a través de ‘topos’, con el objetivo de sembrar el caos y tumbar al gobierno vaticano”, agregó el diario.

Tales documentos muestran muchos debates internos, por ejemplo sobre la situación fiscal de la Iglesia, las finanzas de las instituciones católicas, los escándalos sexuales de los Legionarios de Cristo o incluso las negociaciones con los integristas.

Banquero

Antes de la detención de Gabrielle, el Vaticano había anunciado el despido del jefe de su banco, conocido como Instituto de Obras Religiosas (IOR), Ettore Gotti Tedeschi.

En la disputa está el deseo de Benedicto XVI de que el Vaticano y su banco sean incluidos en la “lista blanca” de países virtuosos que cumplen las normas internacionales de transparencia financiera.

Los expertos europeos se reunirán en julio próximo y ahí tomarán la decisión.

El “banco de Dios”, como suele ser llamado popularmente, cuenta con un patrimonio de 5,000 millones de euros y 33,000 titulares de depósitos, en su mayoría italianos, polacos, franceses, españoles y alemanes, según datos del organismo del Consejo de Europa.


La justicia italiana abrió en el 2010 una investigación al sospechar que el banco administraba a través de cuentas anónimas, identificadas solo con la sigla IOR, importantes sumas de dinero de oscura procedencia.

La reputación del IOR fue cuestionada por el periodista Gianluigi Nuzzi, autor del libro “Vaticano SA” (“Vaticano sociedad anónima”), quien volvió a publicar esta semana un libro con documentos reservados y cartas internas dirigidas al Papa.

El Instituto de Obras Religiosas protagonizó un colosal escándalo político-financiero de los años 80 por la quiebra fraudulenta en 1982 del entonces mayor banco privado de Italia, el Banco Ambrosiano.

Manifestantes critican al Papa por desaparecida

Ciudad del Vaticano. Decenas de manifestantes criticaron ayer al papa Benedicto XVI por lo que consideraron como su falta de interés por la desaparición en 1983 de Emanuela Orlandi, la hija de un empleado del Vaticano.

“¡Vergüenza! ¡Vergüenza!”, gritaban los manifestantes en la plaza San Pedro, tras la oración dominical, lamentando que el sumo pontífice no citara a Emanuela Orlandi durante los saludos consecutivos a la oración.

“Vinimos de toda Italia para escuchar al Papa pronunciar el nombre de Emanuela, pero, una vez más, nos iremos decepcionados”, declaró una manifestante a la prensa.

“Benedicto XVI saludó a todo el mundo, incluyendo a quienes practican tiro con arco. Es como una bofetada para Emanuela Orlandi”, dijo una joven, refiriéndose a los saludos del Papa que suelen dirigirse a gente muy diversa.

El 22 junio de 1983, Emanuela Orlandi, de 15 años, hija de un empleado de la Prefectura de la Casa Pontificia, desapareció al salir de una clase de música en Roma.

Desde entonces, se han manejado numerosas pistas, como presuntos vínculos de la desaparición con Ali Agca, el agresor turco del papa Juan Pablo II.