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Beto O'Rourke, el rockero que podría cambiar la historia de las elecciones en Texas

Texas, un estado controlado por los republicanos en medio siglo, se ve amenzado por la figura del congresista Beto O'Rourke, quien hace carrera al Senado contra el republicano Ted Cruz

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04.11.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Texas tiene 50 años ininterrumpidamente de enviar un senador republicano al Senado. Sin embargo, la historia podría cambiar.

Texas, un estado controlado por los republicanos en medio siglo, se ve amenzado por la figura del congresista Beto O'Rourke, quien hace carrera al Senado contra el republicano Ted Cruz, o bueno, sí, el mismo que el presidente Donald Trump llamó 'Ted el Mentiroso' en la campaña interna del Grand Old Party en 2016, aunque se retracto hace unas semanas de ello en Houston. 'Ya no es mentiroso', dijo el magnate, quien de hecho, también se metió con Beto.

'Beto es un izquierdoso que le gustan las fronteras abiertas', acusó Trump al candidato demócrata, aclamado en los últimos meses en Texas. De ello se ha dado cuenta su partido y ahora intenta elevar su figura más allá del estado de la estrella solitaria, con vistas a las elecciones presidenciales 2020.

Ojo, es decir, los progresistas hasta han especulado, que aunque Beto pierda el martes ante Ted Cruz, su proyección le podría ser frente a la inminente busca de reelección del presidente Donald Trump.

El demócrata Beto O'Rourke se presenta como el favorito en Texas, un estado controlado por los republicanos en medio siglo. Foto: AFP



Él es Beto
Un político tejano conocido sólo por su nombre de pila agita la política estadounidense. Se trata de Beto O'Rourke (Robert Francis), un demócrata que desafía la hegemonía republicana en Texas, con una campaña a favor de la igualdad.

De silueta espigada, muy popular entre los jóvenes por su pasado como cantante rock-punk, tiene 45 años, llega a los mítines de campaña y los asistentes lo reciben con una aclamación atronadora, agitando las pancartas que rezan 'Beto créelo'. Las peticiones para hacerse un selfie son constantes.

Esto parece casi impropio de un lugar como Texas, el fortín republicano de los últimos 50 años.

A sus arcas de campaña, fluyeron y no llegaron de grandes empresas ni de grupos de presión, aseguró el aspirante.

Sus mítines atraen multitudes y en los sondeos está codo a codo con Cruz en los comicios, en los que los estadounidenses están llamados a votar para renovar a un tercio del Senado y a toda la Cámara de Representantes.

Al ser preguntado sobre los cuestionamientos de que él no refleja los valores de Texas, el candidato dijo que tiene un buen presentimiento.

'Yo tengo un buen juicio sobre quienes somos y nosotros no somos personas que tomen sus decisiones basadas en el miedo', dijo. 'Nosotros no tenemos miedo del futuro', agregó el candidato.

Llegado a la Cámara de Representantes recién en 2013, en sus discursos Beto habla a favor de un sistema de salud universal, critica a la justicia que a veces es arbitraria con las minorías y ataca la política migratoria de Trump, que ha separado a cientos de niños de sus padres.

Pero la pregunta de si el mensaje de O'Rourke cala realmente en el votante de a pie en Texas, es algo que va a dilucidarse el martes 6 de noviembre.

En las grandes ciudades de Texas, la mayoría vota demócrata. Pero el resto de este inmenso estado está compuesto de pequeñas aglomeraciones y territorios vaqueros donde las tradiciones se honran y Cruz ha logrado mantenerse con ellas.

Foto: El Heraldo



Beto es 'muy inteligente y es un buen orador, pero es tan terriblemente progresista', advirtió el ejecutivo inmobiliario James Griffith, de 74 años, mientras asistía a un rodeo en la localidad de Abilene.

'Es socialista hasta la médula', dijo Winston Ohlhausen, el presidente del Partido Republicano del condado de Taylor. Para Ohlhausen, de 78 años, los demócratas no comparten los 'valores tejanos'.

'Él está a favor de las ciudades santuario, en contra del muro en la frontera, a favor del aborto', agregó.

Las encuestas muestran que la contienda será ajustada en Texas, pero también en Arizona, Nevada y en Tennessee, donde los republicanos defienden un escaño que ya tienen.

Los cupos demócratas también peligran, pero según los expertos el péndulo de la política estadounidense podría inclinarse hacia los demócratas, que se identifican con el color azul, frente al rojo que representa a los republicanos.

Los cambios demográficos, incluyendo a los hijos de inmigrantes latinos que llegan a la mayoría de edad podrían cambiar el tono político en Texas. Beto habla un español fluido.

'Yo no creo que Texas sea el estado rojo estricto que fue alguna vez', dijo Caroline Korst, una oficinista de 23 años en un mitin de O'Rourke en la localidad de Plano.

'El peligro es que la economía está creciendo, la gente está concentrada en sus trabajos o en sus hijos o en ir a la iglesia y no van a ir a votar', dijo Cruz en la localidad de Columbus. 'Nuestro peligro es la complacencia', advirtió.

Los demócratas tienen 'el viento de popa y eso me inquieta', recoció Matt Mackowiak, un estratega republicano de la capital de Texas, Austin.

Pero la débil participación endémica en este estado, que es particularmente baja en las legislativas, también podría lastrar a los demócratas, explicó James Henson de la Universidad de Austin.

'Va a ser difícil para ellos romper el monopolio republicano, y eso vale también para O'Rourke', advirtió.

Foto: El Heraldo

Beto cuando formó parte de una banda de rock en su juventud.