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Intensos bombardeos contra zonas rebeldes de la provincia siria de Deraa

El régimen sirio y su aliado ruso atacaron con sus aviones de guerra, algunos sectores insurgentes ubicados al sur de Siria

05.07.2018

DERAA, SIRIA

El régimen sirio y su aliado ruso bombardearon este jueves los sectores rebeldes de la provincia de Deraa, en el sur de Siria, con una intensidad nunca vista desde el comienzo de la ofensiva en la zona, tras el fracaso de las negociaciones con los insurgentes.

Toda la noche del miércoles 'cientos' de misiles y barriles de explosivos fueron lanzados por la aviación de guerra siria y rusa en zonas rebeldes, en particular cerca de la ciudad de Deraa, capital de la provincia homónima, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los bombardeos continuaban el jueves por la mañana.

'Los aviones rusos replican una política de tierra arrasada', denunció Husein Abazeed, portavoz del mando conjunto rebelde de las operaciones del sur. 'El objetivo es obligar a los rebeldes a reanudar las negociaciones', añadió.

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En la ciudad de Saida, en el oeste de la provincia, seis civiles, entre ellos una mujer y cuatro niños, murieron en los bombardeos, según el OSDH. Ya son 149 civiles muertos, de ellos 30 niños, desde el 19 de junio, indicó.

'Se trata de la noche más dura y violenta desde el comienzo de la ofensiva del régimen y de las fuerzas de ocupación rusas', escribió en Twitter un militante sirio, Omar al Hariri, presente en Deraa.

'Desde el anuncio del fracaso de las negociaciones los bombardeos no cesaron', declaró a la AFP Samer Homsi, de 47 años, que huyó de la ciudad de Deraa con su mujer y sus cuatro hijos.

'La gente aquí vive bajo los árboles o hacinada en carpas, nada nos protege de los bombardeos', lamenta. 'La situación es muy difícil. Vivimos en medio de olivos, con miedo a todo, de bombardeos, sin agua ni asistencia médica cercana'.

La televisión pública siria mostró imágenes en directo de enormes nubes de humo negro luego de bombardeos aéreos en la provincia de Deraa.

'Los aviones sirios y rusos intentan transformar esas zonas en un infierno', afirmó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, que se refirió a un 'bombardeo histérico en la provincia de Deraa en un intento de hacer doblegar a los rebeldes tras su rechazo a someterse a las condiciones rusas para un cese de los combates'.

En una de las entradas a Deraa el bombardeo fue constante toda la noche -constató la AFP- y el más intenso desde el comienzo de la ofensiva el 19 de junio. Las tropas de Damasco intentan recuperar el control de toda la provincia, fronteriza con Jordania y los Altos del Golán, región en mayor parte ocupada por Israel.

El jueves las tropas de Damasco lograron tomar el control de un puesto de seguridad en la frontera con Jordania, en manos de los rebeldes desde hace más de tres años, según el OSDH.

Rusia buscaba convencer a los rebeldes de que entregaran las armas, pero las negociaciones fracasaron.

Damasco abrió este nuevo frente en el sur después de consolidar su poder alrededor de Damasco, expulsando a los rebeldes y yihadistas.

Bashar al Asad controla ahora el 60% del territorio sirio, según el OSDH. El presidente sirio combinó una estrategia de bombardeos y negociaciones auspiciadas por Moscú para reconquistar el territorio. Unas treinta localidades rebeldes en la provincia de Deraa pasaron bajo el control de Damasco en virtud de acuerdos de 'reconciliación' que más bien parecen capitulaciones de los rebeldes.

Moscú propuso a los rebeldes que entregaran la artillería pesada y que regresaran a la vida civil o que se enrolaran en las fuerzas progubernamentales antiyihadistas.

El miércoles las negociaciones fracasaron. Moscú insistía en que abandonaran de golpe la artillería y los rebeldes se opusieron.

Frente a esta ofensiva la comunidad internacional se muestra impotente.

Desde 2,011 todas las iniciativas internacionales para hallar una solución a la guerra en Siria que dejó más de 350,000 muertos fracasaron.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el jueves a puerta cerrada para discutir sobre la situación en el sur, según fuentes diplomáticas.

La violencia en esta región provocó entre 270,000 y 330,000 desplazados desde el 19 de junio, según la ONU. Algunos se refugiaron cerca de la frontera jordana e israelí, desamparados.

Ni Jordania ni Israel quiere acogerlos. La organización Human Rights Watch pidió a esos dos países que abran sus fronteras.