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Elecciones México: Indígenas amagan con bloquear comicios y rechazan partidos

Están decepcionados de gobernantes que incumplen fallos judiciales

12.05.2018

Ciudad de México, México
I
ndígenas mexicanos wixárika desafían las inclemencias del clima para vigilar la entrada de su comunidad e impedir el paso de políticos en campaña. Están decepcionados de gobernantes que incumplen fallos judiciales que, aseguran, ordenan les sean devueltas 10,000 hectáreas de tierra, en el estado de Jalisco.

Con amplios sombreros, los pobladores instalaron campamentos para protegerse del intenso sol y se resguardan bajo la sombra de los árboles. Por las noches, en esta zona montañosa, el frío y a veces la lluvia, también los ha golpeado.

'No queremos a los políticos porque en campañas vienen y nos prometen cosas, qué nos van a resolver los problemas de las tierras, pero nos olvidan después de las elecciones, ya nunca regresan', denuncia Gerónimo Gutiérrez, uno de los habitantes de la comunidad El Tirador, localizada muy cerca de la frontera de Jalisco con el vecino estado Nayarit, en el noroeste del país.

Su reclamo central es que les devuelvan tierras que históricamente les pertenecen pero que han sido invadidas desde hace 300 años, señalan.

Los indígenas han ganado juicios en tribunales agrarios, pero aseguran que ganaderos de Nayarit se niegan a cumplir las sentencias.

'Los ganaderos de Huajimic han impedido que se lleven a cabo las diligencias de entrega de las tierras, y obviamente se ha desatado una ola de violencia, de acoso en la zona de conflicto', detalló de su lado Ubaldo Valdés, vocero de la comunidad.

Los afectados lanzaron un ultimátum: si no les devuelven las tierras, impedirán la realización en su comunidad de las elecciones generales del 1 de julio, en las que se vota por presidente, senadores, diputados y distintos cargos estatales y locales.

'No las vamos a permitir (las elecciones), si no nos resuelve el Gobierno Federal', indican. De cumplir la amenaza dejarían de votar 7.599 personas de los municipios de Mezquitic y Bolaños, asegura Santos Hernández, líder de la comunidad indígena.

El 7 de mayo pasado, la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos (ombudsman) llamó a las autoridades federales y locales a lograr acuerdos que permitan la restitución de las tierras.

Los wixárika, conocidos popularmente como huicholes, tienen presencia también en los estados de Durango y Zacatecas (norte).

Esta etnia es admirada en México y el mundo por sus coloridas artesanías, sobre todo las que son confeccionadas con diminutas cuentas para diseñar imágenes inspiradas en las exuberantes visiones que experimentan cuando ingieren el peyote, un cactácea alucinógena utilizada en sus rituales religiosos.

A pesar de su ancestral tradición, los huicholes tienen una larga historia de aislamiento en el estado y conflictos con el mundo exterior.

El 20 de mayo próximo se cumple un año de la muerte de quien fuera líder de la comunidad wixárika, Miguel Vázquez Torres y su hermano Agustín, a manos del crimen organizado.

Aunque la fiscalía de Jalisco no ha esclarecido el crimen, 'nosotros sabemos que fue por la tierra', sentenció Valdés.

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Vigilancia permanente
Desde el 30 de abril, cada uno de los cuatro puestos de control es vigilado día y noche por cerca de 200 indígenas de diferentes poblaciones, quienes normalmente visten trajes de manta cruda bordada a mano por ellos mismo, con vistosos cinturones de plumas.

'Los wixárikas defendemos la tierra hasta con la vida', advierte una manta colocada en un puesto de vigilancia. 'Exigimos solución al conflicto agrario', se lee en otra pancarta entre varias desplegadas.

La vigilancia no flaquea ni en las celebraciones. El jueves festejaron el día de las madres y la celebración llegó hasta el campamento de vigilancia.

Las mujeres, con sus tradicionales vestidos de colores, fueron felicitadas por los hombres mientras ellas cocinaban el desayuno en fogatas hechas con leña.

A pesar de la festividad, tablas con clavos fueron instaladas en las casetas para pinchar los neumáticos de quien intente pasar por la fuerza.

El jueves cerraron además 55 escuelas y bloquearon cuatro puntos carreteros con barricadas de costales y piedras.

Sentado afuera de su casa, Gerónimo, 55 años, se queja de que en la pequeña población en la que ha vivido toda su vida carecen de servicios básicos.

'Faltan muchos proyectos de gobierno', lamentó.