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Emma Coronel, la esposa de El Chapo Guzmán, rompe el silencio y se dice inquieta por su salud

'Tengo 15 meses que no lo veo, lo veo en la corte nada más. No tengo ningún tipo de comunicación con él, ni visitas ni llamadas'

17.04.2018

Ciudad de México, México
La joven esposa del mexicano Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los mayores capos narco de todos los tiempos, habló por primera vez este martes desde su extradición a Estados Unidos hace más de un año y dijo estar preocupada por su salud.

Emma Coronel, una exreina de belleza de 28 años, madre de dos niñas mellizas que tuvo con el exjefe del cartel de Sinaloa, se quejó de que no puede visitar a su esposo o hablar con él por teléfono tras una audiencia en la corte federal de Brooklyn, donde el 5 de septiembre comenzará el juicio contra su marido.

'Tengo 15 meses que no lo veo, lo veo en la corte nada más. No tengo ningún tipo de comunicación con él, ni visitas ni llamadas. Los únicos que lo ven son las niñas y los abogados', dijo en español la voluptuosa Coronel, de largo cabello negro, vestida con un pantalón negro ajustado, una blusa blanca, altísimos tacones y gafas de aviador espejadas.

La defensa de El Chapo se queja de su detención en aislamiento casi total desde su extradición a Estados Unidos el 19 de enero de 2017, acusado de enviar más de 200,000 kilos de droga a este país a lo largo de 25 años y de facturar con ello 14,000 millones de dólares. Si es hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.

'Mi preocupación es su salud porque sé que está muy mal psicológicamente, que se siente muy mal por lo que me han dicho los abogados, y es lo que me preocupa, cómo va a llegar a un juicio bien si está mal de salud', dijo Coronel, casada con El Chapo desde 2007.

A diferencia de audiencias anteriores, esta vez las niñas mellizas no estuvieron presentes. El exjefe narco, de uniforme de prisionero azul, saludó a su esposa con la mano al inicio y al final de la audiencia.

Nueva evaluación psicológica
El Chapo, que protagonizó dos increíbles fugas de prisiones mexicanas, está encerrado solo en una celda 23 horas al día y debe hablar con sus abogados a través de un vidrio. La seguridad es extrema: cada vez que viene a una audiencia en la corte la policía corta el puente de Brooklyn.

El abogado de El Chapo, Eduardo Balarezo, no permitió a Coronel responder a preguntas de los periodistas, y dijo que su cliente será sometido a una segunda evaluación psicológica en las próximas dos semanas tras una primera hecha en noviembre.

'Su estado mental se está deteriorando (...) No solo su memoria (...) sino la manera en que comprende las cosas. No es el hombre que conocí la primera vez que lo ví', afirmó Balarezo.

En la audiencia, el gobierno pidió al juez Brian Cogan que acepte como evidencia para el juicio el pago parcial de honorarios de El Chapo a su abogado, dinero que según las autoridades provendría del narcotráfico.

Balarezo insistió en que sus honorarios no deben ser aceptados como evidencia, porque eso lo forzaría a convertirse en testigo durante el juicio y no podría por ende defender más a El Chapo.

'Tiene un punto', dijo Cogan a Balarezo, y prometió estudiar el asunto para la próxima audiencia, que se celebrará el 30 de mayo.

'Ellos (los fiscales) tienen muchas pruebas en el caso, ¿para qué necesitan las pruebas de los pagos?', dijo Balarezo a la prensa. 'Si somos testigos, no podemos ser abogados'.

Entre 800 y mil personas serán solicitadas desde el 31 de julio para ser posibles jurados en el proceso contra El Chapo, que durará unos tres a cuatro meses.

Deberán llenar un cuestionario que les pregunta por ejemplo si ven series de televisión sobre narcotraficantes. Finalmente se seleccionarán 40 personas, y el día que empieza el juicio, el 5 de septiembre, se elegirán los 12 jurados definitivos y seis suplentes.