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Donald Trump acusa al FBI por no haber impedido la masacre en colegio de Florida

Pero el tiroteo también puso al descubierto una grave falla del FBI, que admitió haber recibido en enero una llamada de un allegado de Nikolas Cruz

19.02.2018

Florida, Estados Unidos
El presidente estadounidense Donald Trump acusó al FBI de no haber evitado el tiroteo que dejó 17 muertos en una escuela secundaria de Florida, cuyos alumnos sobrevivientes anunciaron una manifestación para el mes que viene en Washington con el objetivo de exigir leyes más estrictas de control de armas.

La denuncia de Trump contra el FBI se produce en momentos en que el presidente enfrenta duras críticas por sus vínculos con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), el poderoso lobby de las armas de fuego en Estados Unidos.

Pero el tiroteo también puso al descubierto una grave falla del FBI, que admitió haber recibido en enero una llamada de un allegado de Nikolas Cruz, el atacante de 19 años, alertando por su comportamiento agresivo y sus intenciones asesinas, sin haber informado de ello a su oficina de Miami.

'Es una verdadera pena que el FBI haya omitido todas las señales enviadas por el tirador del colegio de Florida. No es aceptable', escribió el mandatario en Twitter.

'Pasan demasiado tiempo tratando de probar la colusión rusa con la campaña Trump - No hay colusión. ¡Vuelvan a lo básico y hagan sentirnos orgullosos de ustedes!', añadió el presidente, aunque desde mayo ya no es el FBI quien dirige la investigación sobre la injerencia rusa sino el procurador especial Robert Mueller.

Al día siguiente al tiroteo, Trump insistió sobre los problemas mentales del atacante, sin mencionar para nada el derecho a poseer un arma, garantizado por la segunda enmienda de la Constitución, ni sobre las armas semi-automáticas como el fusil AR-15 que utilizó el tirador.

Mira aquí: Los rostros de las víctimas del tiroteo en la escuela secundaria de Parkland, Florida

Estudiantes que sobrevivieron al tiroteo anunciaron una manifestación, a la que bautizaron como 'Marcha por nuestras vidas', para el 24 de marzo en Washington, que tendrá como objetivo exigir leyes más estrictas en el control de armas.

Durante una protesta realizada la noche del sábado en Fort Lauderdale, una sobreviviente de la masacre denunció con firmeza los vínculos del presidente con la NRA.

'A todos los políticos que recibieron donaciones de la NRA, ¡qué vergüenza!', proclamó la joven Emma González tras haber fustigado a Trump por haber recibido el apoyo financiero del poderoso grupo durante la campaña presidencial de 2016. '¡Que vergüenza, que vergüenza!', gritaron a coro los manifestantes.

Señales de alarma
Nikolas Cruz
había sido atendido psicológicamente por sus problemas de conducta pero pudo beneficiarse de una legislación muy laxa en Florida para comprar legalmente su arma el año pasado.

James y Kimberly Snead, la pareja que lo albergó en su hogar desde noviembre tras la muerte de su madre por neumonía, dijo no tener idea de sus tendencias violentas, según declaraciones al diario Sun Sentinel.

'Hemos tenido a este monstruo viviendo bajo nuestro techo y no lo sabíamos', dijo Kimberly, una enfermera de 49 años. 'No vimos este lado de él'.

Los Snead lo describieron como alguien que creció aparentemente sin tener que realizar tareas comunes. No podía cocinar, lavar ropa, recoger sus cosas o incluso usar el microondas. 'Era muy ingenuo. No era tonto, solo ingenuo', dijo James Snead un veterano del ejército de 48 años

Tenía hábitos raros como poner galletas con chispas de chocolate en un bocadillo y un sandwich de queso, e irse a la cama a las 8:00 pm.

Parecía solitario y quería tener una novia, también estaba deprimido por la muerte de su madre, dijo la pareja.

Kimberly Snead había llevado a Cruz a una terapia solo cinco días antes del tiroteo. El chico había dicho que estaba abierto a tener una terapia y sacó una tarjeta de crédito.

Cruz dijo a los Snead que heredaría al menos 800.000 dólares de sus padres, y que la mayor parte de estos fondos estaría disponible cuando tuviera 22 años.

La última vez que la pareja vio a Cruz fue en la oficina de la policía del condado de Broward. Vestido con una bata de hospital, estaba esposado y rodeado agentes.

'Dijo que lo sentía. Se disculpó. Se veía perdido, absolutamente perdido. Y fue la última vez que los vimos', dijo James Snead.

Un informe de los servicios sociales realizado por una automutilación reveló en septiembre de 2016 que Cruz deseaba comprar un arma de fuego, según un informe citado por el Sun Sentinel.