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'México en paz': promesa rota de Peña Nieto, talón de Aquiles para nuevos candidatos

Peña Nieto viene arrastrando hechos que fueron expuestos en medios internacionales como la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014 a manos de policías coludidos con sicarios

05.12.2017

México
Ya corre la cuenta regresiva hacia el fin del mandato del presidente Enrique Peña Nieto, mientras se marchita su gran promesa de un 'México en paz', con la cristalización de la controvertida guerra militarizada contra el narcotráfico y el punteo de nuevas cifras récord de homicidios.

Y, según analistas, este panorama no será más alentador de cara a las elecciones de 2018, pues las propuestas de los principales aspirantes presidenciales son 'preocupantes' en materia de Seguridad.

El propio Peña Nieto, cuyo sexenio culmina en un año, reconoció que 'se ha venido revirtiendo' el avance contra la violencia, siendo 2017 particularmente sangriento con 20,878 homicidios.

Si esta tendencia continúa, 2017 sería el año más violento desde que México comenzó el conteo oficial de homicidios hace dos décadas.

El desempeño es 'catastrófico', resumió para la AFP Alejandro Hope, exagente de inteligencia mexicano y consultor en seguridad, para quien el gobierno 'acabó tirando la toalla y administrando la crisis'.

Peña Nieto viene arrastrando bochornos internacionales como la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014 a manos de policías coludidos con sicarios, o la segunda fuga en 2015 del ahora recapturado Joaquín 'El Chapo' Guzmán, entonces el narcotraficante más buscado del mundo.

Mientras el gobierno capturaba a los capos, se aceleró la fragmentación de los grandes cárteles, que devinieron en numerosas células ultra violentas diversificadas en la extorsión, secuestro, robo de combustible y trata de personas.

Así, fue imposible retirar de las calles a las tropas militares antidrogas que México desplegó a finales de 2006, pese a que ello originó denuncias internacionales de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y tortura por parte de soldados y una ola de violencia que ha dejado -según cifras oficiales- más de 196,000 muertos y 30,000 desaparecidos.