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Guatemaltecos rinden culto a santo que veneran pandilleros y prostitutas

La singular fiesta, que tiene lugar en un pequeño templo, se celebra cada 28 de octubre en el poblado indígena de San Andrés Itzapa, para honrar al santo que no tiene el reconocimiento de la Iglesia católica

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29.10.2017

Ciudad de Guatemala, Guatemala
Con música y mariachi al estilo mexicano, cientos de guatemaltecos rendían este sábado culto a San Simón, un santo popular producto del sincretismo religioso, adorado también por prostitutas, pandilleros y presuntos miembros del crimen organizado.

La singular fiesta, que tiene lugar en un pequeño templo, se celebra cada 28 de octubre en el poblado indígena de San Andrés Itzapa, unos 60 km al oeste de la capital de Guatemala, para honrar al santo que no tiene el reconocimiento de la Iglesia católica.

'Es prendiendo candelas (de cera), licor y entregando billetes de toda nominación que la gente le agradece los favores que el hermano Simón les hace', dijo a la AFP el guía espiritual Edwin Gálvez, en medio del tumulto de personas que hacían largas filas para venerar a su santo en el templo.

La celebración inició la noche del viernes con una fiesta popular con música y se extiende todo este sábado en ese pequeño poblado maya.

Unos de sus fieles, Eleazar González, le agradeció a San Simón el favor concedido con música mexicana de mariachi y luego pasó frente al santuario para pedirle nuevos favores a su protector.

'Como yo tenía un negocio, yo le dije que si me ayudara a venderlo, yo venía a su fiesta a ponerle mariachis, él me cumplió y yo le cumplí', afirmó a la AFP González, con la cabeza cubierta por un pañuelo rojo.

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Los devotos hacían largas filas para llegar al santuario donde permanece la imagen del santo de madera, sentado en una silla y vestido con traje negro, camisa azul, corbata morada y sombrero.

En estos días de peregrinación, el santo está cubierto con un plástico transparente, pues es costumbre que los fieles le lancen escupitajos de aguardiente a la cabeza y la cara, antes de suplicarle milagros y favores como salud, amor y dinero.

Los rituales en torno a la fiesta del santo evidencian su carácter sincrético: altares con frutas, flores, puros artesanales, velas y licor, combinan con elementos de los cultos católico e indígena.

El olor del tabaco y el aguardiente se mezcla con el de las hierbas aromáticas que esparcen los 'brujos' a devotos que les pagan para que les alejen los malos espíritus y atraer prosperidad.

Los guías espirituales explican que San Simón recibe a todos, es imparcial y justo con sus seguidores por, lo que es frecuente hallar entre los visitantes a prostitutas y pandilleros.