San Salvador, El Salvador
El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, prometió para el nuevo año el combate decisivo a la violencia criminal, que en 2016 dejó más de 5.000 homicidios, en su mayoría atribuido a pandillas.
'Las medidas extraordinarias en seguridad implementadas por mi gobierno (contra las pandillas) están dando resultados positivos, y eso nos da la confianza que el 2017 será un año decisivo en el combate al crimen', dijo el mandatario durante su mensaje de año nuevo en cadena nacional de radio y televisión.
Hasta el 28 de diciembre, según cifras oficiales, el país acumulaba unos 5.264 homicidios, cifra inferior a los 6.653 homicidios de 2015.
Buena parte de los homicidios, según las autoridades, se debe a las pandillas que tienen unos 70.000 miembros, de los cuales un poco más de 16.000 están encarcelados.
En momentos que el país afronta falta de líquidez en el presupuesto nacional y una polarización política, el gobernante pidió a los salvadoreños renovar el compromiso de mantener 'el espíritu' de los acuerdos de paz que el 16 de enero de 1992 finalizaron doce años de guerra civil.
'En el 25 aniversario de la firma de los acuerdos de paz, hagamos del diálogo político y social el mecanismo permanente que nos permita alcanzar una nueva agenda de nación para el bienestar de nuestro pueblo', exclamó.
El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, prometió para el nuevo año el combate decisivo a la violencia criminal, que en 2016 dejó más de 5.000 homicidios, en su mayoría atribuido a pandillas.
'Las medidas extraordinarias en seguridad implementadas por mi gobierno (contra las pandillas) están dando resultados positivos, y eso nos da la confianza que el 2017 será un año decisivo en el combate al crimen', dijo el mandatario durante su mensaje de año nuevo en cadena nacional de radio y televisión.
Hasta el 28 de diciembre, según cifras oficiales, el país acumulaba unos 5.264 homicidios, cifra inferior a los 6.653 homicidios de 2015.
Buena parte de los homicidios, según las autoridades, se debe a las pandillas que tienen unos 70.000 miembros, de los cuales un poco más de 16.000 están encarcelados.
En momentos que el país afronta falta de líquidez en el presupuesto nacional y una polarización política, el gobernante pidió a los salvadoreños renovar el compromiso de mantener 'el espíritu' de los acuerdos de paz que el 16 de enero de 1992 finalizaron doce años de guerra civil.
'En el 25 aniversario de la firma de los acuerdos de paz, hagamos del diálogo político y social el mecanismo permanente que nos permita alcanzar una nueva agenda de nación para el bienestar de nuestro pueblo', exclamó.
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