Tegucigalpa

Tegucigalpa: Protesta de conductores de rapiditos

Un tramo del bulevar Juan Pablo II permanecía cerrado para impedir el acceso de las unidades de transporte a la Casa Presidencial.

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19.09.2014

Tegucigalpa, Honduras

Conductores de buses rapiditos 'fantasmas' protestan este viernes en las inmediaciones del bulevar Juan Pablo II, para exigir la legalización de sus unidades.

La acción de los ruleteros obligó a las autoridades policiales a cerrar un tramo del bulevar para evitar el acceso a las instalaciones de Casa Presidencial.

Los trabajadores del rubro llegaron a pie hasta la sede del Poder Ejecutivo y dejaron sus unidades a unos metros de alli, cerca de unos negocios y entidades bancarias.

'Ni subsidios, ni bonos, ni aumento al pasaje, queremos trabajar legalmente, con esta chamba vivimos una vida mejor', decía una de las pancartas de los manifestantes, quienes portaban también la Bandera Nacional.

La medida de presión, que comenzó alrededro de las 7:00 AM, es también contra el decomiso de las unidades que realiza la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina).

La Dirección General de Transporte (DGT) se ha negado a legalizar estas unidades de transporte debido, en parte, a que hay una sobreoferta que satura el tráfico vial en Tegucigalpa y Comayagüela. Y han anunciado que continuarán los operativos de decomiso.

El pasado 14 de agosto, los ruleteros realizaron una protesta simultánea en varios sectores de la capital hondureña e incluyó los alrededores del Congreso Nacional.

Las autoridades de Transporte hicieron el mes pasado una propuesta para restringir la circulación de unos 1,200 rapiditos ilegales en la capital hondureña, a través de sanciones monetarias más rigurosas y decomisos de las unidades por al menos un mes.

Protesta contra 'impuesto de guerra'

Otra protesta del sector transporte se realizó el jueves en la capital de Honduras contra el pago de extorsiones.

Dueños, conductores y cobradores de rapiditos del servicio ejecutivo paralizaron sus unidades temporalmente en el punto ubicado en la calle que comunica los bulevares Los Próceres y Morazán, para exigir a las autoridades detener el flagelo.