Sobre el pasto yacían sus pequeñas pantuflas amarillas. A unos cuantos pasos estaba tirada la bicicleta con la que le encantaba divertirse.
La escena era el preámbulo del horror. El cadáver del pequeño Justin Isac Murillo Gonzales, de tan solo 11 años, fue encontrado ayer en unos potreros en la colonia Fesitranh.
Al niño lo vieron por última vez sus familiares a la 1:00 pm del martes cuando salió de su casa, ubicada en la referida colonia, a bordo de su bicicleta.
Vecinos del lugar le manifestaron a los familiares de Justin, quien cursaba el sexto grado de educación primaria, que lo vieron en su bicicleta a eso de las 4:00 pm en una pulpería cerca del campo de fútbol.
Búsqueda
Luis Murillo, padre del niño victimado, manifestó que el martes su hijo no fue a la escuela porque tuvo feriado.
Recordó que el pequeño estuvo en la casa y como a la 1:00 pm salió a jugar y “de allí fue que se perdió”. “Después no supimos nada y lo anduvimos buscando y llamamos a la Policía. La mamá lo llamaba por teléfono y no le contestaba porque estaba apagado”, relató Murillo.
Indicó que al ver que no le contestaba a su madre Lizeth Gonzales y que no llegaba a la casa, intensificaron la búsqueda.
“Anduvimos toda la noche buscándolo y en la madrugada lo encontramos como a las cinco y media”, relató. Murillo manifestó que a su hijo le gustaba la aventura y ya en una ocasión había ido al sector con la mamá, “pero no hasta acá”. Aseveró que al pequeño Justin le gustaba buscar loros, serpientes y otros animales, él era bien inquieto”.
“A él le gustaba la aventura, pero aquí lo trajeron enganchado por otras personas”, manifestó. “Yo fui el primero que miré el cuerpo de mi hijo. Lo amarraron del cuello y los pies y con la bicicleta”, relató Murillo.
Al preguntarle por qué cree que le dieron muerte a su hijo de esa manera, contestó que “porque el ser humano no tiene sentimientos. Ahora la vida del ser humano ya no importa”. El padre de Justin expresó que su hijo a nadie le caía mal en la colonia.
“Mi hijo era bien comportado y bien querido por la gente de la colonia”, apuntó.
Quería ser doctor
Manifestó que una de las ambiciones de su hijo era ser doctor. Justin le decía que cuando se formara en su profesión sus planes era darle todo a su mamá.
“Yo no pido nada. Le dejo todo a la justicia divina, que es la que se encargará de todo”.
Describió a Justin como un niño inquieto y extrovertido. Dijo que su índice académico era de 85 por ciento en una escuela bilingüe donde cursaba el sexto grado.
Predicaba
Antonio Castellanos, maestro guía del niño Justin Murillo, dijo que están consternados por la muerte del menor.
Describió a Justin como un niño muy dinámico, creativo, con mucha inteligencia y le gustaba platicar bastante.
Dijo que Justin era Testigo de Jehová y siempre “teníamos conversaciones sobre su fe, la cual profesaba mucho”.
Castellanos manifestó que entre los maestros siempre comentaban que Justin tenía mucho futuro porque se desenvolvía bien.
El profesor expresó que el niño era líder en la escuela y con los miembros de la iglesia salía a predicar porque tenía esa cualidad. Jiuber Gonzales, tío del menor, dijo que su sobrino de la escuela se venía para la casa en la bicicleta, “pero él se quedaba solo, es que ese era el problema, que se quedaba solo en la casa porque la mamá y el papá trabajan”.
Dijo que el pequeño les manifestó que una vez había ido con otro amigo a ese lugar como a las 7:00 PM, “pero ella -la mamá- no se daba cuenta”. Dijo que su sobrino tenía un carácter fuerte como el de la mamá.
Las autoridades que hicieron el reconocimiento del cadáver indicaron que el pequeño murió de asfixia por estrangulamiento y tenía escoraciones en la boca y la nariz. Hasta ayer, las autoridades policiales no tenían mayores detalles sobre quién o quiénes podrían ser los autores del crimen.
