Las más de 700 piezas antiguas que custodia el Museo Municipal de Danlí rememoran la vida de los primeros habitantes de Danlí.
El edificio, construido allá por 1857, cuenta con seis salas educativas, dedicadas a la agricultura, tabaco, minería y la vida comercial y política de la comunidad.
Edgar Fabricio Galdámez, uno de los guías del local, dijo que las visitas al museo se han duplicado en lo que va del año, ya que cada semana atienden un promedio de 20 personas.
En las afueras de la comunidad se encuentra otro sitio que es visitado por turistas, se trata del acueducto construido por los españoles en el siglo XVIII, así como los lavanderos públicos.
El turismo religioso también se da en la localidad a través de la imponente parroquia Inmaculada Concepción, edificio que fue construido en 1810 al estilo neoclásico.
En la torre derecha permanece uno de los relojes de mayor antigüedad del país aún en funcionamiento, el cual data del año 1907.
Según un Inventario de Bienes Inmuebles Culturales de Honduras-Municipio de Danlí, elaborado en el año 2010 por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, la comunidad cuenta con 95 edificios con alto valor histórico.
El informe establece que la ciudad cuenta con un casco histórico y una zona de amortiguamiento del mismo, en la cual se puede encontrar arquitectura religiosa, civil y residencial.
El casco histórico de la zona abarca al menos 26 cuadras, unos 1,200 metros, donde se estima que residen más de 1,500 personas.
Uno de los lugares que toda persona que visite Danlí debe conocer es la laguna de San Julián, ubicada apenas a una hora del casco urbano de la comunidad.
El estanque fue construido por las empresas mineras que se radicaron en el poblado con el fin de generar energía hídrica en la región, por lo que desde que abandonaron la zona se ha convertido en un atractivo turístico para el sector.
