William McDaniel nunca olvidará la fiesta a la que fue invitado por unos amigos. Bailó, bebió se divirtió pero al final de la noche terminó arrestado.
El hombre de 51 años fue invitado al club de caballeros Butte’s Sagebrush Sam’s para pasar un momento de diversión luego de una agitada semana laboral.
Cuando la fiesta estaba en su mejor momento y los tragos hicieron su labor, McDaniel decidió pagar 350 dólares para pasar un momento a solas con la bailarinas del lugar, efectivamente el momento a solas lo tuvo, sin embargo cuando William se disponía a tener sexo con la stripper, vinieron los problemas.
La mujer se negó a tener sexo con el hombre, según dijo, su oficio es bailarina, no prostituta. Ante la negativa de la mujer, William decidió llamar al 911 (línea de emergencia de EE.UU.) para quejarse del “abuso” del que según él estaba siendo objeto. Cuando llegó la Policía, quien terminó en la cárcel fue el veterano sujeto.
Las autoridades lo arrestaron por hacer uso inadecuado de la línea de emergencias, además lo oficiales tuvieron que explicarle la diferencia entre una bailarina y una prostituta.
George Skuletich, gerente del club, explicó que el cliente pensó que era un fraude pagar más de 300 dólares sólo por un bailecito. “Él asumió que había pagado 350 dólares para tener sexo”.
Finalmente William salió en libertad tras pagar una multa de 550 dólares. Esta fue quizá la fiesta más costosa de su vida.
