Interrupción energética
San Pedro Sula, Honduras
Rigoberto Zambrano Martínez tiene ahora la difícil tarea de probar que no tiene vínculos con la muerte violenta del periodista Herlyn Espinal.
El comunicador desapareció la madrugada del domingo en Santa Rita, Yoro, y su cuerpo fue encontrado con cinco disparos la tarde del lunes, boca abajo y sin camisa.
Precisamente, la camisa es una de las evidencias que condujeron a la captura de Zambrano, quien tras su arresto, la noche del jueves, aseguró ni siquiera conocer al comunicador.
Lo ligan al crimen porque la camisa del malogrado periodista fue encontrada dentro de una bolsa. Esta bolsa estaba o fue lanzada a una propiedad de Zambrano.
Las autoridades investigan por qué el detenido se mostró nervioso y como sospechoso al preguntarle de qué llegó esa bolsa a su propiedad.
El viernes, el viceministro de Seguridad, Francisco Lima Bueso, dijo que Zambrano es clave en la investigación.
“Haciendo reconocimiento en las áreas donde fue encontrado dicho periodista se encontraron vestigios, una camisa, la cual nos arroja a nosotros que algo pasó en esa hacienda y se capturó a una persona que por lo menos, si no fue él, él presenció, vio lo que pasó, y es un testigo claro para definir cuáles son las razones por las cuales perdió la vida nuestro compañero periodista”, dijo el funcionario.
Por su parte, Zambrano, de 47 años, aseguró una y otra vez no tener relación con el crimen y prueba de ello, dijo, es que nunca había visto en su vida al comunicador.
El sospechoso era mantenido el viernes bajo prisión, con un proceso judicial en marcha.
Pese a lo anterior, Lima Bueso dijo que “hasta el momento él es el que está más sospechoso, no puedo alertar otras situaciones porque entorpece el proceso de investigación”.
“Hasta el momento es (autor) material. Estamos tras la pista de quién planificó todo y a qué se debe y cuáles son las razones”, dijo el funcionario.
Una fuente del Ministerio Público aseguró que Zambrano bien puede ser acusado por encubrimiento.
