Hondureños en el Mundo

Dramático testimonio de hondureño que huyó a México por amenazas de maras

Un compatriota relató a Noticieros Televisa el duro momento que enfrenta tras emigrar por intimidaciones realizadas por pandilleros

25.09.2016

Ciudad de México, México
Los mareros tenían su vida al límite en Honduras. Cada paso, cada movimiento y cada respiro. La dirección de su casa, la hora de salida de su esposa y la jornada de entrada de su hija.

Una lluvia de balas, a la cual milagrosamente sobrevivió sin ningún rasguño, fue al aviso definitivo que debía escapar sin plantearselo dos veces. Huyó hacia México y perdió contacto con su familia.

Así es el testimonio que brindó un indocumentado hondureño en un reportaje difundido por Noticieros Televisa este 25 de septiembre.

La identidad del catracho se mantiene reservada por motivos de seguridad y solamente lo nombran como José Sicilio. En la entrevista, su barbilla es el único rasgo que se puede apreciar.

En tierras aztecas, las espinos no se apartan. No ha hablado con su familia y asegura que daría 'todo el dinero' por escuchar aunque sea cinco minutos la voz de sus seres amados.

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Una pesadilla
El hondureño de 35 años recuerda que su pesadilla comenzó cuando se enteró que alguien suplantó su identidad, por lo que de inmediato decidió interponer una denuncia. Mala decisión.

'A mi me dijeron que no moviera los papeles, que no interpusieron la denuncia, por el motivo que esa persona era una persona grande', relató el catracho mientras su voz casi se quebrantaba.

No era cualquier sujeto, los investigadores tenían prueba suficiente para creer que ese criminal era un líder de la Mara Salvatrucha en Honduras.

Después, la tormenta de su vida adquirió una dimensión de huracán. Los pandilleros sabían 'a la hora que ella (su esposa) trabajaba, salía, la escuela de mi hija... ellos me la mandaban en las notas'.

Cambiar de domicilio y número telefénico no sirvió. Tomó en serio las amenazas cuando una ráfaga de disparos bañó su automóvil. Ninguna bala lo tocó, pero era el momento de tomar acciones extremas.

'Tomamos la decisión de abandonar el país', recuerda con lamento. Sin dinero, sin comunicación y solo con una cruz que le regaló su esposa, José salió en busca de un refugio que se convirtió en otra puerta a un delirio.

La travesía 'fue una pesadilla que no se la deseo a nadie... porque Migración no trata a las personas como humanos, sino como bestias', fustigó. Lo que pide al país azteca es refugio.

Tal vez el viaje sería menos doloroso con las palabras de su familia, pero perdió comunicación.

¿Qué son cinco minutos de conversación? Para el hondureño lo es todo: 'Daría todo, pues si tuviera un trabajo y tuviera el dinero para hablar con ella, daría todo'.

'Si me pidieran 500 pesos por cinco minutos de llamada, yo los doy de mi bolsa, para poder comunicarme con ellos, con mis hijos que son mi familia, son mi adoración, a mi esposa', expresa con dolor José.

Más que un migrante sin papeles, el catracho en la entrevista es considerado un desplazado por la situación de violencia en Honduras.

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