Hondureños en el Mundo

Hondureños de Chicago se manifiestan en concurrida marcha por el Día del Trabajo

De forma unánime manifestantes rechazaron la retórica antiinmigrante del magnate Donald Trump y destacaron la contribución económica que ellos hacen a la economía del país y exigieron una legalización para salir de las sombras

FOTOGALERÍA
03.05.2016

Chicago, Illinois, Estados Unidos
El pequeño hondureño Raúl Ortiz, cruzó con su madre tres fronteras en su ruta hacia Estados Unidos hace seis meses. Ambos huyeron de la violencia en ese país centroamericano y luchan por conseguir asilo.

Al padre de Raúl lo mataron, fue víctima del crimen organizado y al pequeño lo secuestraron por unas horas en ese país, señaló Julie Contreras presidenta del Comité de Asuntos de Inmigración de LULAC Illinois quien brinda ayuda a esa familia hondureña.

“Esta familia está ahora en el limbo no se puede hablar en detalle del caso porque están en peligro”, dijo Conteras a El HERALDO.

Ortiz, de Tegucigalpa dice que se siente mejor y más seguro en Illinois con su madre. “En Honduras estábamos en peligro”, comentó el menor.

Contreras guarda la esperanza que esta familia solucione su situación migratoria porque “regresar a Honduras para esta familia sería una sentencia de muerte”.

El huir de la violencia y de la pobreza es una cruda realidad que se repite en estos niños centroamericanos que cruzaron solos la frontera o con sus familias.

En la marcha del 1 de Mayo algunos de estos pequeños salieron también a las calles para apoyar la manifestación que además de exigir que se respeten los derechos de los trabajadores y pedir mejores salarios, también tuvieron otras demandas: como un alto al discurso de odio del aspirante a la presidencia por el partido republicano Donald Trump, que se frenen las deportaciones y que surja una amnistía incondicional.

Reunificación familiar
En una carriola estaba el pequeño Emiliano, de dos años, hijo del activista hondureño Ismael Armando Mejía y de la activista mexicana Elvira Arellano de la organización Familia Latina Unida y Centro Sin Fronteras con sede en el barrio de Pilsen en Chicago. Ismael, Elvira, Emiliano y su hermano Saúl participaron en la marcha este 1 de Mayo.

“Me hice activista por lo que me tocó vivir en el camino fui amenazado de muerte por el crimen organizado. Salí de Honduras a México estuve un tiempo ayudando en el albergue al padre Alejandro Solalinde, en ese lugar conocí a Elvira”, mencionó Mejía quien logró la reunificación familiar el pasado 27 de abril.

Este exsoldado de origen hondureño, de 28 años, solucionó su condición migratoria en México antes de decidir emigrar a Estados Unidos.

Mejía cruzó la frontera mexicana por la línea de Tijuana con San Ysidro, California. “Pedí asilo y después de ser enviado a centros de detención en Arizona y Boston, autoridades migratorias comprobaron mi miedo creíble y me dieron libertad condicional para pelear mi caso en Estados Unidos”, detalló el activista quien dijo que se enfocará en sacar adelante a su familia y seguir en la lucha junto a Elvira a favor de los alivios migratorios DAPA y DACA y contra las deportaciones y separación de familias.

Un año clave
Laura Garza, secretaria y tesorera del Local 1 del sindicato SEIU destacó que este es un año clave para los inmigrantes trabajadores y que deben ejercer su derecho a voto en las elecciones generales de noviembre próximo.
Organizaciones pro inmigrantes, sindicales, Iglesias, funcionarios locales electos, activistas y defensores de los derechos de los inmigrantes se concentraron en el parque Union para luego movilizarse rumbo a la torre Trump en el centro de Chicago en donde un grupo de religiosos rezaron por el magnate de bienes raíces a fin de frenar el lenguaje de odio en su discurso ante la comunidad migrante mexicana.

Jóvenes y adultos con banderas, sombreros, carteles y hasta con máscaras que representaban la figura del presidente de Estados Unidos Barack Obama y la aspirante por el partido demócrata a la presidencia de ese país, Hillary Clinton no pasaron desapercibidos sino por el contrario provocaron sonrisas a más de uno de los que acompañaban la concurrida marcha.

Artemio Arreola, director de política de la Coalición de Illinois pro Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR) hizo hincapié en que el presidente Barack Obama puede frenar las deportaciones. “Obama puede administrativamente parar las deportaciones, queremos que ‘suavice’ la política de deportaciones sabemos que esto lo puede hacer”.

Arreola destacó la contribución de los trabajadores migrantes a la economía de Estados Unidos y dijo que de aprobarse la expansión de la Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA) y la implementación de la Acción Diferida para padres de residentes legales y ciudadanos estadounidenses (DAPA) “esto traería más millones de dólares a la economía de Estados Unidos al igual si surge la reforma migratoria”.