WASHINGTON, Estados Unidos
La postura del gobernador de Wisconsin, Scott Walker, sobre la inmigración provocó el jueves que estallara una polémica que pone en evidencia las dificultades que han tenido los republicanos para atraer a conservadores sobre el sensible tema mientras se prepara para lanzarse como aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos.
El gobernador dos veces electo se ha opuesto reiteradamente a lo que califica de 'amnistía' para los inmigrantes que viven en el país sin autorización legal. Pero en una reciente reunión a puertas cerradas con los republicanos de Nueva Hampshire, dijo que a esos inmigrantes se les debería permitir quedarse legalmente en el país, según la organizadora de la reunión, Jennifer Horn, presidenta de los republicanos de ese estado.
Horn refutó un reporte del diario Wall Street Journal que indica que Walker apoya la creación de un mecanismo para la naturalización de esas personas.
'Yo específicamente formulé una segunda pregunta respecto al tema de la reforma migratoria, donde él identificó con mucha claridad que defendía una vía para conseguir un estatus legal, pero no la ciudadanía', indicó Horn en una entrevista con The Associated Press.
Tema de contienda presidencial
Quizá no exista un tema más polémico rumbo a la contienda presidencial de 2016 que el de la inmigración ilegal. Los electores republicanos siguen profundamente divididos y se prevé que la creciente población hispana del país juegue un papel fundamental, particularmente en los estados sin tendencias claras.
La diferencia entre un estatus legal y la ciudadanía importa poco a muchos conservadores, que apoyan la deportación generalizada como manera de manejar a los cerca de 12 millones de inmigrantes que se encuentran en el país sin autorización.
La postura de Walker es, en lo fundamental, la misma que la del exgobernador de Florida Jeb Bush, quien ha sido muy criticado por los votantes republicanos más apasionados por apoyar una 'amnistía'.
Bush dijo que él empezaría por verificar el control de la frontera entre México y Estados Unidos, pero también apoya que se permita a quienes se encuentran en el país de forma ilegal buscar el estatus legal primero al declararse culpables de haber ingresado sin autorización y cumplir una sentencia de multas y servicio comunitario.
Horn indicó que Walker hizo tales declaraciones luego que él y su esposa comieron postre en un restaurante de Bedford, Nueva Hampshire, con cerca de 10 líderes republicanos.
En la discusión de media hora, Walker se mostró a favor de una mayor seguridad en la frontera y de otorgar más visas a trabajadores altamente calificados. También consideró irracional deportar a millones de inmigrantes que radican en Estados Unidos sin autorización legal, y manifestó que prefería un sistema que les permita pagar impuestos y con el tiempo adquirir un estatus legal, de acuerdo con Horn.
'El gobernador fue muy específico al señalar que no estaba abogando por la ciudadanía de los inmigrantes ilegales', aclaró Horn.
Sin embargo, en una entrevista en 2013 con el consejo editorial de un diario de Wisconsin, Walker dijo que ofrecer a tales inmigrantes un camino a la ciudadanía 'tiene sentido'.
A principios de este mes, se le preguntó en una entrevista en el programa 'Fox News Sunday' si él podía 'visualizar un mundo en el que fuera posible que estas personas tuvieran un camino a la ciudadanía si pagaran una sanción'. El gobernador respondió: 'Yo creo que existe una manera en que se puede hacer eso. Antes que nada, uno tiene que tener más seguridad en la frontera o ninguno de esos planes tendría sentido'.
El jueves, Kirsten Kukowski, un portavoz del comité acción política de Walker, dijo que el gobernador 'ha sido bastante claro en que él no apoya la amnistía, y cree que la seguridad en la frontera debe ser establecida y la ley debe obedecerse'.
'Su postura no ha cambiado', declaró Kukowski. 'No apoya la ciudadanía para los inmigrantes ilegales'.
Kukowski no respondió una pregunta sobre la postura de Walker respecto a otorgar a los inmigrantes un estatus legal, lo que es considerado amnistía por muchos activistas conservadores.
La postura del gobernador de Wisconsin, Scott Walker, sobre la inmigración provocó el jueves que estallara una polémica que pone en evidencia las dificultades que han tenido los republicanos para atraer a conservadores sobre el sensible tema mientras se prepara para lanzarse como aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos.
El gobernador dos veces electo se ha opuesto reiteradamente a lo que califica de 'amnistía' para los inmigrantes que viven en el país sin autorización legal. Pero en una reciente reunión a puertas cerradas con los republicanos de Nueva Hampshire, dijo que a esos inmigrantes se les debería permitir quedarse legalmente en el país, según la organizadora de la reunión, Jennifer Horn, presidenta de los republicanos de ese estado.
Horn refutó un reporte del diario Wall Street Journal que indica que Walker apoya la creación de un mecanismo para la naturalización de esas personas.
'Yo específicamente formulé una segunda pregunta respecto al tema de la reforma migratoria, donde él identificó con mucha claridad que defendía una vía para conseguir un estatus legal, pero no la ciudadanía', indicó Horn en una entrevista con The Associated Press.
Tema de contienda presidencial
Quizá no exista un tema más polémico rumbo a la contienda presidencial de 2016 que el de la inmigración ilegal. Los electores republicanos siguen profundamente divididos y se prevé que la creciente población hispana del país juegue un papel fundamental, particularmente en los estados sin tendencias claras.
La diferencia entre un estatus legal y la ciudadanía importa poco a muchos conservadores, que apoyan la deportación generalizada como manera de manejar a los cerca de 12 millones de inmigrantes que se encuentran en el país sin autorización.
La postura de Walker es, en lo fundamental, la misma que la del exgobernador de Florida Jeb Bush, quien ha sido muy criticado por los votantes republicanos más apasionados por apoyar una 'amnistía'.
Bush dijo que él empezaría por verificar el control de la frontera entre México y Estados Unidos, pero también apoya que se permita a quienes se encuentran en el país de forma ilegal buscar el estatus legal primero al declararse culpables de haber ingresado sin autorización y cumplir una sentencia de multas y servicio comunitario.
Horn indicó que Walker hizo tales declaraciones luego que él y su esposa comieron postre en un restaurante de Bedford, Nueva Hampshire, con cerca de 10 líderes republicanos.
En la discusión de media hora, Walker se mostró a favor de una mayor seguridad en la frontera y de otorgar más visas a trabajadores altamente calificados. También consideró irracional deportar a millones de inmigrantes que radican en Estados Unidos sin autorización legal, y manifestó que prefería un sistema que les permita pagar impuestos y con el tiempo adquirir un estatus legal, de acuerdo con Horn.
'El gobernador fue muy específico al señalar que no estaba abogando por la ciudadanía de los inmigrantes ilegales', aclaró Horn.
Sin embargo, en una entrevista en 2013 con el consejo editorial de un diario de Wisconsin, Walker dijo que ofrecer a tales inmigrantes un camino a la ciudadanía 'tiene sentido'.
A principios de este mes, se le preguntó en una entrevista en el programa 'Fox News Sunday' si él podía 'visualizar un mundo en el que fuera posible que estas personas tuvieran un camino a la ciudadanía si pagaran una sanción'. El gobernador respondió: 'Yo creo que existe una manera en que se puede hacer eso. Antes que nada, uno tiene que tener más seguridad en la frontera o ninguno de esos planes tendría sentido'.
El jueves, Kirsten Kukowski, un portavoz del comité acción política de Walker, dijo que el gobernador 'ha sido bastante claro en que él no apoya la amnistía, y cree que la seguridad en la frontera debe ser establecida y la ley debe obedecerse'.
'Su postura no ha cambiado', declaró Kukowski. 'No apoya la ciudadanía para los inmigrantes ilegales'.
Kukowski no respondió una pregunta sobre la postura de Walker respecto a otorgar a los inmigrantes un estatus legal, lo que es considerado amnistía por muchos activistas conservadores.
