LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS. - La flamante gobernadora de Nuevo México anunció el retiro de la mayoría de las tropas de la Guardia Nacional, que están bajo su mando, en la frontera con México.
La demócrata Michelle Lujan Grisham, que asumió el cargo el 1 de enero, dijo en un comunicado el martes de noche que su estado 'no se prestará a la farsa presidencial de alarmismo fronterizo haciendo mal uso' de las tropas.
'Rechazo el argumento federal de que existe una abrumadora crisis de seguridad nacional en la frontera sur, a lo largo de la cual se encuentran algunas de las comunidades más seguras del país', dijo.
El presidente Donald Trump insiste en que la construcción del muro en la frontera de Estados Unidos con México, que prometió en su campaña, es el primer paso para solucionar lo que llama una crisis humanitaria en esa zona.
Unos 4,500 soldados ya se encuentran desplegados a lo largo de los más de 3.000 km de frontera. Ese número incluye 2.100 miembros de la Guardia Nacional de los distintos estados fronterizos, operativos desde que en abril Trump pidió su apoyo para asistir a la Patrulla Fronteriza.
Nuevo México tiene 94 soldados de la Guardia Nacional desplegados en la frontera y 24 de otros estados, que la gobernadora ordenó retirar.
'Desplegaremos a nuestros hombres y mujeres uniformados sólo cuando sea necesario y cuando su presencia pueda marcar una verdadera diferencia para garantizar la seguridad pública y aliviar las preocupaciones humanitarias en nuestra frontera meridional', indicó.
Lujan Grisham indicó que un grupo reducido de la tropa permanecerá en dos condados fronterizos 'para atender las necesidades humanitarias de las comunidades de la zona' adonde han llegado varios grupos de inmigrantes indocumentados.
Según el diario Albuquerque Journal, desde octubre 26 grupos de unas 100 personas se han entregado a agentes fronterizos en el área de Antelope Wells.
Trump prometió el martes en su discurso sobre el Estado de la Unión que construirá el muro.
'Los muros funcionan y los muros salvan vidas. Así que trabajemos juntos, encontremos un compromiso y logremos un acuerdo que realmente haga que Estados Unidos esté seguro', afirmó.
La demócrata Michelle Lujan Grisham, que asumió el cargo el 1 de enero, dijo en un comunicado el martes de noche que su estado 'no se prestará a la farsa presidencial de alarmismo fronterizo haciendo mal uso' de las tropas.
'Rechazo el argumento federal de que existe una abrumadora crisis de seguridad nacional en la frontera sur, a lo largo de la cual se encuentran algunas de las comunidades más seguras del país', dijo.
El presidente Donald Trump insiste en que la construcción del muro en la frontera de Estados Unidos con México, que prometió en su campaña, es el primer paso para solucionar lo que llama una crisis humanitaria en esa zona.
Unos 4,500 soldados ya se encuentran desplegados a lo largo de los más de 3.000 km de frontera. Ese número incluye 2.100 miembros de la Guardia Nacional de los distintos estados fronterizos, operativos desde que en abril Trump pidió su apoyo para asistir a la Patrulla Fronteriza.
Nuevo México tiene 94 soldados de la Guardia Nacional desplegados en la frontera y 24 de otros estados, que la gobernadora ordenó retirar.
'Desplegaremos a nuestros hombres y mujeres uniformados sólo cuando sea necesario y cuando su presencia pueda marcar una verdadera diferencia para garantizar la seguridad pública y aliviar las preocupaciones humanitarias en nuestra frontera meridional', indicó.
Lujan Grisham indicó que un grupo reducido de la tropa permanecerá en dos condados fronterizos 'para atender las necesidades humanitarias de las comunidades de la zona' adonde han llegado varios grupos de inmigrantes indocumentados.
Según el diario Albuquerque Journal, desde octubre 26 grupos de unas 100 personas se han entregado a agentes fronterizos en el área de Antelope Wells.
Trump prometió el martes en su discurso sobre el Estado de la Unión que construirá el muro.
'Los muros funcionan y los muros salvan vidas. Así que trabajemos juntos, encontremos un compromiso y logremos un acuerdo que realmente haga que Estados Unidos esté seguro', afirmó.
