Hondureños en el Mundo

Hondureños son los que más intentan cruzar la frontera de Estados Unidos en tren

En el 2017 unos 1,800 inmigrantes intentaron cruzar de forma irregular la frontera hacia Estados Unidos por Querétaro

21.02.2018

Tegucigalpa, Honduras
De pequeños a los hondureños nos enseñan que el tren suena “chu”, “chu”… como una forma de diferenciar los sonidos y conocer los medios de transporte.

Pero para los migrantes ese sonido es otro… representa la esperanza de alcanzar un sueño o quizá es motivo de dolor, sufrimiento, desintegración familiar y hasta la muerte.

Pese a eso, los compatriotas son los que más intentan cruzar la frontera en tren, uno de los principales métodos para evadir a los agentes fronterizos.

Datos de la Comisión de Trabajadores Migrantes de San Juan del Río, en el estado de Querétaro, México, indican que en el 2017 unos 1,800 inmigrantes intentaron cruzar de forma irregular la frontera hacia Estados Unidos por esa región, y no solo eso, lo hicieron subidos en un tren.

Aideé Araceli Mellado Reséndiz, regidora de la comisión, detalló que de esa cifra el 40 por ciento de los desplazados provenía de Honduras, es decir 720 inmigrantes.

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Mientras que el 30 por ciento era de El Salvador (540), el 20% de Guatemala (360) y el resto de otros países de Latinoamérica y África.

Reséndiz informó que estas personas fueron vistas pidiendo apoyo en zonas como como el Paseo Central, San Rafael, bulevar Alfonso Patiño y Álvaro Cabrera, para continuar su viaje hacia Estados Unidos, por lo que fueron ayudados por la comisión.

En lo que va de 2018 al menos 70 centroamericanos han intentado cruzar la frontera en 'la bestia', poniendo en riesgo su integridad física y hasta sus vidas.

Y es que desde el 2009 hasta finales de 2017 unos 400 compatriotas que perdieron algún miembro de su cuerpo al caer de “la bestia” fueron retornados al país, según la Comisión Nacional de Apoyo a Migrantes Retornados con Discapacidad (Conamiredis).

Para estos compatriotas el proceso de reinserción y recuperación es totalmente diferente, pues muchos no quieren seguir viviendo, están deprimidos o decepcionados, por lo que necesitan recibir atención psicológica, apoyo y cariño de sus seres queridos y de la sociedad.