Tegucigalpa

Pinceladas de la vieja Tegus

FOTOGALERÍA
10.10.2015

Tegucigalpa, Honduras

Calles anchas, autos antiguos, iglesias señoriales, esquinas populares y la nostálgica lluvia... Cuántos recuerdos vienen a la mente con la Tegucigalpa del ayer, mitad ciudad, mitad pueblo.

Las pinturas de Francisco Reyes son esas válvulas que la historia forma con las pinceladas, a pesar de la poca memoria gráfica de la ciudad hondureña de 437 años.

Con 30 años de vida y ocho ligados en un profundo romance con la pintura, Francisco camina a consolidarse en un área que por años pensamos exclusiva a la fotografía: el antiguo paisaje urbano de Tegus.

Memorias de Tegucigalpa
Pero las obras de este egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) hacen vibrar nuestras pupilas con un efecto mágico que una cámara fotográfica no logra, la capacidad de estremecer nuestra nostalgia, evocar recuerdos a las viejas generaciones y maquinar la imaginación en los más jóvenes.

-Recuerdo ese lugar... ¿Así era Tegus?- A eso nos referimos.

Francisco analiza su estilo en términos más artísticos. Una fusión de tres corrientes cuidadosamente armadas. Está el realismo plasmado en sus objetos en primer plano, la mayoría autos antiguos y clásicos típicos de la ciudad. El Volkswagen Combi y la cucarachita, BMV, Chevy, Cadillac, Ford, Honda Civic, Toyota 1000 y el Datsun 210 sobresalen en sus diseños nostálgicos.

“Son carros íconos, ¿quién no tuvo uno? Porque el automóvil aquí ya forma parte de la familia y su historia. Todos tienen una anécdota con ellos”, explica entusiasmado el pintor.

Le sigue el impresionismo del segundo plano que siluetea y difumina embleméticos edificios: Parque Central, Catedral San Miguel Arcángel, la iglesia y el antiguo mercado Los Dolores y esquinas populares.

“Esa arquitectura me fascina, porque tuvo más gustos y es más compleja, a diferencia de la actual que es minimalista y básica”, explica el también estudiante de licenciatura en artes plásticas.

Solo el pincel de Francisco puede pasar del realismo del primer plano a los fondos abstractos o contrastar con un paisaje en blanco y negro. El resultado sabe tanto al ayer.

Profunda pasión
“Me fijo que otros pintores se enfocan en París y ciudades de Estados Unidos. Está bien, pero el paisaje de Honduras es tan vasto que una vida no es suficiente para pintarlo”, reflexionó.

Francisco habla con propiedad. Unas 70 obras del antiguo paisaje urbano de Tegus lo respaldan... y planea seguir evolucionando esta temática por mucho tiempo. El pintor, con ocho años de carrera, se permite reflexionar sobre la vida de los artistas y los retos en Honduras.

“Si uno va a estar llorando por lo económico, es mejor no dedicarse a esto, pero yo considero que la aceptación de la gente vale más”, contrastó.

Esta frase la tiene tan comprobada en su vida, de salir a buscar compradores cuando era emergente a sacar lágrimas del público en sus exposiciones.

Puedes conocer más de la obra de Francisco Orozco en este enlace que conduce a su perfil de facebook.