Comayagüela, Honduras
Hace 77 días inició el proyecto de construcción de un nuevo embaulado para canalizar el rebose de agua de la quebrada El Sapo durante la temporada de invierno.
La obra consiste en la construcción de una bóveda de 450 metros de longitud, con cuatro metros de ancho por 3.60 de alto, con capacidad de canalizar 17 metros cúbicos de agua por minuto. Al escuchar esas cantidades, resulta difícil imaginarse la amplitud de la obra, que se resume en un recorrido por la octava avenida de Comayagüela en el sector de El Chiverito, pasando por la colonia Soto hasta desembocar en las riberas del río Choluteca.
En este sector, conocido como la “zona cero” por los obreros e ingenieros que laboran en la ejecución del proyecto, habitan unas 10 mil personas que ven en la estructura de concreto la esperanza de librarse de las inundaciones.
Y es que la quebrada El Sapo recorre 10 barrios y colonias que tienen una población estimada de 40 mil personas, quienes serán los beneficiarios directos de la canalización del caudal.
A ellos se suman los 60 mil comerciantes que laboran en los mercados de Comayagüela, que año con año sufren la pérdida de sus medios de vida, como locales y mercadería, a causa del desbordamiento de la quebrada.
La importancia del proyecto radica en la prevención de desastres por fenómenos como inundaciones y deslizamientos.
Manuel Pineda, ingeniero a cargo del proyecto, estima que además de evitar inundaciones la obra servirá de soporte para estabilizar los desplazamientos del terreno en la colonia Soto.
“La estructura servirá de soporte a las fallas, pues el canal que quedará soterrado le dará soporte al desplazamiento del cerro El Berrinche”, aseguró.
Según Pineda, en algunas secciones que fueron excavadas para levantar la bóveda se encontraron con terrenos de arena que en cualquier momento podrían ceder.
Los avances
Durante el mes y medio de ejecución del proyecto se ha logrado construir unos 184 metros lineales de la bóveda. Además se trabaja en la conformación de la caída de agua que mediará unos siete metros y medio de altura.
También se retiró la tubería que conformaba el canal de alivio anterior, que medía apenas 1.60 metros de diámetro porque se estima que el nuevo embaulado tendrá la capacidad de drenar ocho veces más agua que el antiguo sistema.
Pineda informó que la prioridad de los trabajadores es concluir el canal hasta el río Choluteca antes de la llegada de las lluvias, que de acuerdo a los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), serán oficiales a mediados de mayo.
“Esperamos poder canalizar el agua de las primeras lluvias que se generen en los alrededores de la construcción, pues hasta agosto se prevé unir la bóveda con la quebrada”, estimó.
A la fecha el avance del proyecto se estima en un 22 por ciento, por lo que se prevé que se concluirá hasta septiembre.
“Estamos trabajando a todo vapor para concluir en el plazo estimado, por ahora lo que nos llevará tiempo es la construcción de un puente bajo la tubería principal de La Concepción”, explicó. En la zona resta excavar unos 30 metros para iniciar la ejecución de la estructura que sostendrá la tubería. No puede ser reubicada ya que la presión de agua es demasiado alta. La obra está valorada en 40 millones de lempiras.
Las etapas del proyecto de reconstrucción del embaulado:
Inicio
Excavación
tubería
trabajos
avance
caída
