Tegucigalpa

Evita, una historia de obstáculos transformados en virtudes

Hace más de 16 años, Eva María Cruz Fajardo trabaja en un restaurante de la capital de Honduras, donde se ha ganado la admiración y cariño de sus compañeros.

FOTOGALERÍA
31.01.2015

Tegucigalpa, Honduras

Pese a las limitantes físicas, cuando se quiere se puede. Eva María Cruz Fajardo, de 50 años, es un ejemplo a seguir por muchas personas.

Cada mañana se levanta y se dispone a realizar el trabajo que desde hace 16 años cumple en uno de los restaurantes de comida rápida en la capital de Honduras.

Preparar las cajitas para los niños, realizar la limpieza de las mesas, trapear y barrer, entre otras actividades diarias, son parte de la faena de esta gran mujer.

Haciendo uso de tres lemas de vida: 'no olvidar el amor de Dios, soy sana e inteligente', Eva María ha demostrado que a pesar del síndrome de Down que la afecta desde su nacimiento, seguir un vida normal es posible cuando se cuenta con una familia que te apoye y los deseos de vivir plenamente, realizando las actividades posibles con mucha satisfacción y alegría de vivir.

Eva María vive con su hermana Nora Cruz en la colonia Hato de Enmedio de Tegucigalpa. Eran muy jóvenes cuando su madre murió, ausencia que marcó sus vidas con un dolor inesperado. No obstante, han salido adelante aprovechando las oportunidades que se les han presentado.

Eva María ha trabajado en hospitales, salones de belleza, hasta llegar al restaurante en donde se le brindó la oportunidad que ha sabido cultivar y mantener hasta el momento.

Y no solo eso, Eva María se ha distinguido en el deporte. Desde 1996 inició participando en algunas disciplinas en la Villa Olímpica, tales como: atletismo y boucha (boliche en tierra), en donde ganó varias medallas, un total de 12, en los diversos deportes practicados.

Su pasatiempo preferido es el fútbol y su equipo favorito “el Olimpia, yo se cuando juegan los equipos”, comenta Eva María con una gran sonrisa.

Independiente

Su hermana Nora comenta con satisfacción que su hermana realiza todas sus actividades de forma independiente. “Se traslada a su trabajo y regresa a casa sola. Los taxistas de la zona la conocen y cuando la ven, le disponen el asiento junto al conductor”.

Uno de los sueños de Eva María es viajar a los Estados Unidos, “tener la oportunidad de conocer otras tierras y sobre todo viajar en avión”.

Comentó que su hermana es muy inteligente y 'Dios no la ha dejado de su mano, siempre ha estado con Evita que hoy en día es una gran bendición en mi vida”, finalizó sonriendo.