Tegucigalpa, Honduras
Ya pasaron 366 días desde que el alcalde capitalino Nasry Asfura recibiera el bastón de mando del Distrito Central, el pasado 25 de enero de 2014.
El edil recibió el cargo en medio de grandes retos; reducir un déficit financiero de 1,200 millones de lempiras, ejecutar enormes obras de infraestructura en cartera y organizar una corporación con una sobrecarga laboral de más de mil empleados.
Después de fusionar algunas gerencias y reordenar las operaciones de la oficina de Atiende, Entiende y Resuelve (AER), el edil comenzó a fortalecer su gestión con un programa de recuperación financiera y la puesta en marcha de proyectos de infraestructura vial.
Finanzas
Para junio de 2014 la municipalidad reportaba un superávit de 168 millones de lempiras y se proyectaba cerrar el año con una reducción del déficit en 200 millones. Al final del año solo se logró reducir el déficit en unos 150 millones.
Para lograr esta reducción de gastos se tuvo que estabilizar los pagos de las deuda interna y externa de la Municipalidad que suman 2,400 millones de lempiras.
Los préstamos con la banca privada, que se pagan a un interés del 15 por ciento, obligaron a la comuna a comprometer 565 millones de la recaudación de la Tasa Vial, que asciende a 168 millones de lempiras en pago de deuda.
El excedente de 397 millones se destina a proyectos de infraestructura tanto en la red primaria como secundaria, manifestó Asfura durante una entrevista que concedió a EL HERALDO, a finales de 2014.
Otro ingreso municipal comprometido en pago de deuda son las transferencias que el gobierno central asigna a la comuna por un monto de 414 millones de lempiras.
De esta cifra un siete por ciento se destina al pago de deuda con el Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones para Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (Injupemp).
Para sobrellevar esta carga, uno de los salvavidas financieros para la Municipalidad ha sido la recaudación tributaria, que pasó de 1,500 millones a dos mil millones de lempiras.
Empero, la mora en materia de impuestos asciende a 773 millones de lempiras, detalla el edil.
La falta de estabilidad financiera orilló al edil a adquirir un préstamo de 55 millones de lempiras a finales de 2014.
“Este monto se gestionó para sostener varios proyectos que tenemos en ejecución y licitación como el paso del Prado-Humuya, para ponerlo en ejecución entregamos 33 millones de anticipo al contratista y la supervisora y lo demás se destinó a los anticipos de otros cinco proyectos”, argumentó el edil.
Logros
Al hacer retrospectiva de lo que ha logrado en este primer año el alcalde, manifiesta que se siente satisfecho con el trabajo de su equipo.
“Tenemos el 85 por ciento de la ciudad bachada, invertimos unos 300 millones en grandes obras de infraestructura vial, dejamos 60 kilómetros en balastado con obras de canalización, reparamos canchas de fútbol en barrios y colonias y estamos al día con nuestros pagos, eso es un gran esfuerzo”, dijo.
Entre las obras en materia vial que desarrolló la comuna destacan el paso a desnivel de 200 metros en la salida a oriente, a lo que se suma la ampliación del bulevar Kuwait, la calle de alivio de la colonia San Ignacio y otra obra similar en la salida al sur.
En balastado y reparación de calles primarias y secundarias se destinaron 60 millones de lempiras, además del inicio de la construcción del paso elevado Prado-Humuya, valorado en 220 millones de lempiras.
Desaciertos
Entre los sinsabores que dejó el primer año de gestión de Asfura destacan el rezago del Trans 450, obra valorada en 51 millones de dólares que ha pasado a ser un corredor de giros a la izquierda, ciclovías, desfiles y protestas.
En materia de agua y saneamiento no logró concretar el traspaso de la administración de estos servicios a la Municipalidad.
Así como el mal manejo de los desechos sólidos, que sigue vigente en las calles de barrios y colonias plagadas de basura.
Así como el enfado colectivo que generó en la población el anuncio en octubre de 2014, de un incremento salarial de 20 mil lempiras que se recetaron el alcalde y los 10 regidores de la comuna, en medio de la contracción económica que golpea la capital.
La voz del pueblo
Pese a los temas agridulces, Asfura conserva un alto grado de credibilidad por parte de los ciudadanos.
En una encuesta que realizó EL HERALDO desde su página digital y las redes sociales, el 61 por ciento de los capitalinos calificó con un 10 por ciento, la puntuación más alta, el primer año de gestión del edil.
A la pregunta: Del 0 al 1, ¿cómo califica el trabajo del alcalde?, los más de tres mil capitalinos que participaron dieron su voto de confianza al alcalde.
En los resultados finales un 13 por ciento de los encuetados le dieron un nueve, 14 por ciento un ocho y el cuatro por ciento un siete.
En el rango, 1 al 6 se mantuvo un promedio de 1% de los ciudadanos, el restante 2% corresponde a los capitalinos más críticos que evaluaron con cero la gestión del edil.
En otra miniconsulta realizada en la calle, dos ciudadanos coincidieron en el cero por ciento.
Al ser preguntarles del por qué de su severa nota, afirmaron que fue porque el alcalde solo concentra su trabajo en obras de infraestructura y se olvida del desarrollo humano.
