Tegucigalpa, Honduras
Un dedo, una mano, un brazo no se pueden reponer, por eso no podemos seguir truncando la vida de nuestros niños, que año con año son mutilados por la manipulación de pólvora, reflexiona Mirian Reyes, jueza de Policía Municipal del Distrito Central de Honduras.
Reyes, tiene la misión desde este miércoles hasta que concluyan las fiestas de fin de año, que ningún niño resulte quemado en la capital de Honduras por petardos, luces de vengala, volcanes, chispas del diablo o cualquier material explosivo.
Su mayor aliado en esta dura batalla es la campaña “Navidad sin Pólvora”, que lanza junto a un equipo de instituciones con el fin de generar conciencia en los padres de familia de Honduras sobre los peligros que corren sus hijos al quemar cohetes y otros productos pirotécnicos.
“Para garantizar el éxito de la campaña, desde esta semana iniciaremos los operativos de vigilancia en los mercados, intersecciones de semáforos, parques, pulperías y comercios en general” afirmó la funcionaria.
Según Reyes, este año el plan es mucho más integral porque además de iniciar con casi dos meses de anticipación fue elaborado con el apoyo de varias instituciones.
Además de la planeación estratégica se ejercerán rigurosas sanciones monetarias que van desde los 5,000 hasta los 60,000 lempiras.
La funcionaria detalló que se modificó la ordenanza “Cero Pólvora”, de la administración anterior en la que se establecían multas de 5,000 y 10,000 lempiras por la comercialización de explosivos en la capital de Honduras.
Además, se estipula que los infractores deben realizar trabajos comunitarios junto al equipo de la Gerencia de Desarrollo Humano Municipal para resarcir los daños que puedan causar a los menores.
Para los padres de familia que permitan que sus hijos manipulen explosivos se aplicarán sanciones de entre mil a cinco mil lempiras. Con estas medidas se espera reducir a cero el número de niños quemados que en 2013 ascendió a cinco.
