Tegucigalpa

Maestro del Técnico Honduras perdió la vida por hepatitis

Tres alumnos más se infectaron con la enfermedad. Además, se han reportado unos 60 casos de infecciones febriles en este semestre.

12.07.2013

Las aulas del Instituto Técnico Honduras (ITH), donde durante años impartió clases Noel Castrillo, ahora permanecen vacías.

Al recordado mentor, un cuadro de hepatitis que adquirió a lo interno del centro educativo le arrancó la vida el pasado fin de semana.

El subdirector del instituto, Francisco Palencia, reveló además que a las salas del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) fue hospitalizado de emergencia el maestro David Suazo, infectado de la temible enfermedad causada por un infección bacteriana.

Y es que en el instituto -al igual que en la escuela 17 de Septiembre de la colonia Nueva Suyapa- hay elevados niveles de contaminación que producen las aguas negras debido a la quebrada que lo cruza.

“El profesor David Suazo se hospitalizó de emergencia a causa de una infección de hepatitis, estuvo cuatro meses muy enfermo”, relató.

Palencia agregó que si no hubiera sido por la oportuna atención médica que recibió su compañero ya serían dos los maestros del instituto los que habrían muerto.

Después de los maestros, al menos tres alumnos se han reportado enfermos a causa de esta afección.

En lo que va de 2013 se han reportado unas 60 afecciones febriles que en la mayoría de los casos terminan en dengue, confirmó José Luis Martínez, medico asistencial del ITH.

Seria alarma

El ITH reporta serios problemas de infraestructura y entre los más graves está un severo deterioro del sistema de alcantarillado público.

Este problema, a juicio de las autoridades estudiantiles, es la que está desatando la epidemia de hepatitis.

Y es que la invasión de aguas negras que trae consigo una quebrada que pasa por el centro del instituto mantiene a los docentes y alumnos en una alarma permanente.

Las áreas más afectadas son los talleres donde se imparten las clases prácticas. ¡En esta zona el hedor es terrible!

Franklin Oyuela, jefe de Alcantarillado Sanitario del SANAA, aseguró que los trabajos en este colegio son constantes.

El funcionario acreditó el problema al colapso de la red interna de alcantarillado, al tiempo que refirió que los vecinos de la colonia Villa Nueva, donde no hay red están conectados al mismo sistema.

Oyuela recomendó “invertir en la construcción de un nuevo sistema de alcantarillado, con mayor capacidad para evitar acumulaciones de heces fecales”.

No obstante, Nelson Cálix, director del instituto, informó no existe un solo centavo de presupuesto para mantenimiento o construcción.

Aseveró que la institución dejó de percibir aproximadamente 700 mil lempiras anuales por concepto del programa de matrícula gratis, desde hace más de tres años.

“Antes nosotros, con la ayuda de los alumnos, nos encargábamos de mantener el colegio en óptimas condiciones. Hoy no hay capacidad”, afirmó.

La acumulación de aguas negras y lluvias en los enormes agujeros que quedaron después de que las tormentas hicieran colapsar el muro perimetral han convertido el instituto en un enorme criadero de zancudos.

Roberto Mancía, jefe de la Unidad de Salud Ambiental del centro de salud de Villa Nueva, manifestó que en marzo pasado realizaron operativos de fumigación.

Empero, reconoció que no se ha vuelto a realizar ninguna acción debido a la elevada escasez de insumos que hay en este centro asistencial.

“Las veces que hemos asistido al ITH es porque ellos lo han solicitado y se han encargado de costear los insumos”, expresó.

Las consecuencias

El abandono de esta institución educativa le cobra una preocupante factura a los 3,100 estudiantes.

A causa de los diversos problemas que se viven en estas instalaciones, la población estudiantil solo recibe el 50 por ciento de su aprendizaje.

Y es que de los 13 edificios que tiene esta instalación en los que se imparten 65 talleres, ocho se encuentran inhabilitados hace dos semanas.

A juicio de Cálix el temor que hay es la extensión de una pandemia que pueda repercutir en la pérdida de un estudiante.

“El 50 por ciento de las instalaciones se han convertido en áreas críticas debido a la contaminación”, detalló el entrevistado.

Por su parte, Anthony Valladarez, quien cursa el último años de mecánica industrial, aseguró que ha visto sus compañeros padecer de vómitos, dolores de estómago y mareos a causa del hedor que producen las aguas fecales.

Las autoridades del centro educativo lamentaron que los problemas del instituto sean del conocimiento del gobierno y aun así no dé respuesta.