Tegucigalpa

La Tigra, pulmón de la capital merece más atención

Amitigra desarrolla una campaña para sensibilizar a los vecinos para proteger el parque nacional.

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17.06.2013

SERIE 1/2

Los árboles se levantan perennes sobre el tenue manto de la neblina. Amanece y los rayos que desprende el sol motivan a los jilgueros a entonar el canto apacible de su flauta natural.

La melodía de las aves forma un concierto armonioso con el viento y el ruido del agua que corre hasta la parte baja de la ciudad capital, donde saciarán la sed de miles de habitantes.

Este paraje natural se llama Parque Nacional La Tigra, el rostro exuberante que ofrece la madre naturaleza para los capitalinos.

Pero la belleza del sitio también es un llamado a los ciudadanos para que no ignoren que el área requiere también su atención. El mismo llamado que a diario realizan los miembros de la Fundación Amigos de La Tigra (Amitigra) con el fin de sensibilizar a los pobladores sobre la importancia de este lugar.

Campaña

Aunque ha sido una de las reservas mejor conservadas del municipio, todavía faltan esfuerzos para alejar las amenazas que acechan con devorar su riqueza, explicó Ivo Alvarado, director técnico de Amitigra.

En ese sentido, los medios de comunicación han sido la plataforma ideal para concienciar a las comunidades a que devuelvan los favores que les entrega el parque, bajo el lema “Si salvamos La Tigra, salvamos la capital”.

Los mensajes destacan los problemas de deforestación, los incendios forestales, la expansión urbana, el avance de la frontera agrícola y los contaminantes hídricos que padece la región.

La campaña durará un mes y será precedida por la entrega de un plan de manejo con elementos que respondan a las necesidades actuales del parque, además de nuevas propuestas de financiamiento.

Importancia

Sobran las razones para defender al espeso bosque de La Tigra, sobre todo por las tres declaratorias que la blindan -en 1952 es declarada como Zona Forestal Protegida, en 1971 como Zona Forestal de Reserva y en 1980 como Parque Nacional-.

Este pulmón biológico y fuente hídrica natural reparte sus gloriosos favores en el Distrito Central, Valle de Ángeles, Santa Lucía y Cantarranas.

La frescura de su bosque nublado húmedo, combinado con especies latifoliadas, se extiende por unas 24,040 hectáreas.

Esta prodigiosa superficie de pino hace que el punto goce de una gran riqueza hídrica, pues solo para la capital produce unos 30 millones de metros cúbicos de agua anuales, para beneficiar a 110 mil ciudadanos.

Pero La Tigra también comparte sus bondades líquidas con otras 93 comunidades ubicadas en la zona de amortiguamiento o parte baja, con una población de unos 30 mil habitantes mas.

Asimismo, una variedad de fauna en peligro de extinción, como el tigrillo, el venado cola blanca y el chancho de monte, que han encontrado en la zona un refugio para sobrevivir, así como 23 especies de aves migratorias.

También diversos ejemplares de flora amenazada, como los helecho arborescentes, que permanecen ocultos dentro de los parajes del recinto ecológico.

Otra de las potencialidades es el ecoturismo, ya que adentrarse en los senderos que se abren paso dentro de los imponentes árboles es un encuentro silencioso con la naturaleza.

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