El 434 aniversario de Tegucigalpa está por llegar, y la antañona Real de Minas trata de lucir su mejor vestido para festejar.
Lo que nunca imaginó la princesa es que su traje es igual al de otros años, ya que muchos de los problemas que hay en su largo trayecto son los mismos del pasado.
Y es que el llanto de las madres en los hogares y el repudio de los buenos ciudadanos que son víctimas de la delincuencia -poco o nada- ha cambiado en los últimos cinco años.
Hasta el 2011, las cifras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH) dejaron en evidencia que la zona central es una de las más violentas del país.
Según mostró el informe, solo en este año perdieron la vida de forma violenta al menos 1,557 personas.
Evidenció además que los barrios donde hay mayor número de asaltos y asesinatos son: 14 de Marzo, Flor del Campo, Nueva Suyapa, el anillo periférico, Cerro Grande, Hato de Enmedio, La Laguna, Villa Unión, Centroamérica Oeste, Nueva Capital, San Miguel, Soto y Tiloarque.
Le suman a la lista de barrios, La Granja, Divanna, Kennedy, Miraflores, San Francisco, Zapote Norte, El Pedregal, José Ángel Ulloa, La Travesía, Villa Nueva y Los Pinos.
La ola de asesinatos y asaltos a plena luz del día en las calles y avenidas son materias pendientes que no han logrado aprobar los funcionarios municipales y del gobierno. En estas zonas los habitantes han buscado la manera de protegerse, incluso con medidas extremas de encierro y cárceles comunales.
La ola de inseguridad que ha imperado motivó a la Alcaldía Municipal a darle vida al programa Barrios más Seguros, en el que autoriza a los capitalinos a cerrar con trancas y portones sus calles y callejones de acceso.
A la fecha, más de 60 colonias están cercadas a la inseguridad y protegiendo la vida de al menos 150,000 ciudadanos.
Asimismo, el gobierno determinó sacar el Ejército a las calles y desde noviembre de 2011 a la fecha, en muchas colonias ha retornado la paz, gracias a su presencia.
Para el caso, la colonia Nueva Suyapa ha bajado su índice delictivo común en un 90 por ciento, asegura la institución castrense, que mantiene día y noche un contingente militar en la terminal de buses.
Las acciones
El flagelo de la inseguridad ha sacudido las filas del alto mando de la Policía y Seguridad.
El esfuerzo de brindar mayor seguridad, según el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, ha reducido los homicidios y asaltos en un 8.5 por ciento en lo que va de este año.
Su aseveración es avalada por el Observatorio de la Violencia de la UNAH a través de la rectora Julieta Castellanos.
Su informe presentado ayer en Consejo de Ministros reveló que de 2004 a 2011, el departamento de Francisco Morazán, especialmente la capital, mostró una tendencia alarmante de sucesos de violencia que pasó de una tasa de 30.7 a 86.9 homicidios.
La cifra indica un aumento de 7 a 10 puntos de crecimiento anual de la violencia.
Sin embargo, de enero a junio de 2012 se reporta una disminución de un 13 por ciento.
Entre tanto, Elvis Harold Bonilla, titular de la Jefatura Metropolitana 1, manifestó que la inseguridad de la capital es un mal endémico que debe ser combatido por todos los sectores de la sociedad.
Argumentó que no se puede exigir mucho a una institución que adolece tanto de recurso humano, como económico.
Y es que la irónica cifra de que 2,500 policías deben garantizar la seguridad de 1.5 millones de ciudadanos aún no se ha logrado superar.
Sin embargo, informó que hay resultados muy favorables de reducción de violencia en las calles, gracias al despliegue policial en las zonas más álgidas de la capital.
Transporte
Una queja generalizada de la población es la ola delictiva y de asesinatos en las unidades del transporte público.
Martha Figueroa, estudiante universitaria, víctima de asalto en un bus urbano, considera que los antisociales han hecho de las unidades el fortín de sus robos y asesinatos.
Ante estos cuestionamientos, el titular de la Dirección General de Transporte (DGT), Blas Ramos, expresó que su gestión ha buscado la forma de brindarle seguridad a la ciudadanía.
Ramos recordó que esa dependencia renovó más de la mitad de la flota vehicular, ofreciendo al usuario una oportunidad de elegir el sistema de transporte que utiliza.
“Hemos reducido la cantidad de accidentes de tránsito provocado por las unidades del transporte, la mayoría de chatarras ya no están”, indicó.
Sin embargo, reconoció que la situación económica que enfrenta el país no permite brindarle a los capitalinos una flota totalmente nueva.
Esperanza
El plan Ciudad 450 de la Alcaldía Municipal visualiza un nuevo sistema de transporte público para la capital.
Tal es así que los capitalinos albergan la esperanza de tener un Transmetro, que recorra las calles de una forma rápida, cómoda y segura.
Erasmo Padilla, coordinador del ambicioso proyecto, explicó que con la instalación de este nuevo servicio se termina la historia de los buses en mal estado.
Añadió, este tipo de transporte masivo contará con un servicio de cámaras, que tendrán monitoreo permanente a lo interno de la unidad como en cada una de las estaciones. Otra de las bondades que brindará el Transmetro es la presencia de agentes de la Policía Municipal de manera permanente.
A criterio de Padilla, esta nueva dinámica le pondría final al sufrimiento que provocan los asaltos y homicidios en el transporte a la población. Por ahora el Trans 450 está en proceso de licitación para la construcción de la obra civil.
